Curiosa foto, esta de la agencia EFE, en la que aparecen
juntos el pasado, el presente y el futuro del PSOE. Curiosa, porque en ella
puede medirse la vitalidad o, si lo preferís, el entusiasmo de quienes encarnan
cada uno de esos tiempos. Basta con fijarse en lo alto que llega el brazo
levantado de cada uno de sus líderes, porque, mientras González y Rubalcaba
parecen dispuestos a ponerle un "tapón" a los presumibles buenos
resultados del PP, bastaría con levantar simétricamente el brazo que tiene
oculto Zapatero, para convertirle en la viva imagen de la rendición.
Fue en la inauguración de la conferencia política con que el
PSOE elude el a todas luces necesario y "sangriento" congreso que
pusiese fin al tiempo de Zapatero al frente del partido y el gobierno. Lo
cierto es que, a menos de dos meses de las elecciones, aún no tengo claro qué
hubiese sido mejor, no ya para los socialistas, sino para los españoles. Está
conferencia que, para bien del PSOE, coincide con las buenas noticias que
llegan de Berlín y Bruselas y con las que llegan de Euskadi y que, aún con la sordina
que imponen la prudencia y la desgana que padecen algunos a la hora de dar
"cuartelillo” a cualquier cosa que mejore la imagen de los socialistas,
parecen abrir un nuevo tiempo de esperanza para todos.
El tiempo dará y quitará razones, pero, como periodista que
soy, me ofende y me duele que se haya consumido más tinta y más saliva en el
llamado "caso Faisán" que, a mi modo de ver, lo que tiene de oscuro
es lo que tienen de oscuro las historias de espías y confidentes, que en la
voladura controlada de ETA a la que, parece que irremediablemente, estamos
asistiendo.
No sé si los estrategas de la campaña electoral de Rubalcaba
manejaban todos estos datos o es que el candidato, como dicen de algunos
entrenadores, tiene una flor en el culo. Lo cierto es que el visto bueno alemán
al segundo rescate de Grecia y el anuncio de autodisolución por parte de Ekin,
al día siguiente de que lehendakari y Gobierno certificasen su sintonía en la
voluntad expresada por López de flexibilizar la política penitenciaria, y que
apenas le va a faltar tiempo, un telediario según Felipe González, para dar la
vuelta en las urnas a la tortilla demoscópica.
Ojala Rubalcaba y su equipo estén a tiempo de cuadrar los
tiempos, para que el vuelo de las gaviotas no oscurezca en exceso el futuro.
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