sábado, 1 de octubre de 2011

LOS TIEMPOS

Curiosa foto, esta de la agencia EFE, en la que aparecen juntos el pasado, el presente y el futuro del PSOE. Curiosa, porque en ella puede medirse la vitalidad o, si lo preferís, el entusiasmo de quienes encarnan cada uno de esos tiempos. Basta con fijarse en lo alto que llega el brazo levantado de cada uno de sus líderes, porque, mientras González y Rubalcaba parecen dispuestos a ponerle un "tapón" a los presumibles buenos resultados del PP, bastaría con levantar simétricamente el brazo que tiene oculto Zapatero, para convertirle en la viva imagen de la rendición.
Fue en la inauguración de la conferencia política con que el PSOE elude el a todas luces necesario y "sangriento" congreso que pusiese fin al tiempo de Zapatero al frente del partido y el gobierno. Lo cierto es que, a menos de dos meses de las elecciones, aún no tengo claro qué hubiese sido mejor, no ya para los socialistas, sino para los españoles. Está conferencia que, para bien del PSOE, coincide con las buenas noticias que llegan de Berlín y Bruselas y con las que llegan de Euskadi y que, aún con la sordina que imponen la prudencia y la desgana que padecen algunos a la hora de dar "cuartelillo” a cualquier cosa que mejore la imagen de los socialistas, parecen abrir un nuevo tiempo de esperanza para todos.
El tiempo dará y quitará razones, pero, como periodista que soy, me ofende y me duele que se haya consumido más tinta y más saliva en el llamado "caso Faisán" que, a mi modo de ver, lo que tiene de oscuro es lo que tienen de oscuro las historias de espías y confidentes, que en la voladura controlada de ETA a la que, parece que irremediablemente, estamos asistiendo.
No sé si los estrategas de la campaña electoral de Rubalcaba manejaban todos estos datos o es que el candidato, como dicen de algunos entrenadores, tiene una flor en el culo. Lo cierto es que el visto bueno alemán al segundo rescate de Grecia y el anuncio de autodisolución por parte de Ekin, al día siguiente de que lehendakari y Gobierno certificasen su sintonía en la voluntad expresada por López de flexibilizar la política penitenciaria, y que apenas le va a faltar tiempo, un telediario según Felipe González, para dar la vuelta en las urnas a la tortilla demoscópica.
Ojala Rubalcaba y su equipo estén a tiempo de cuadrar los tiempos, para que el vuelo de las gaviotas no oscurezca en exceso el futuro.

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