Esta mañana me he desayunado con la retahíla de tenebrosos
artículos de opinión que los opinadores de la peor derecha española dedican,
dignos de haber tenido un micrófono en aquellas emisoras hutus que, no hace
tanto tiempo, agitaron y provocaron en Ruanda la mayor matanza entre seres
humanos de los últimos tiempos. Y mientras escucho lo que escriben sobre los
asistentes a la Conferencia de Paz de San Sebastián sólo puedo pensar en esos
francotiradores que, tras la liberación de París, trataron de sembrar el
desconcierto entre quienes celebraban la paz, tratando de alargar una guerra en
la que tuvieron sobrados privilegios.
Lo escucho y dudo si debo escribir sobre tan vergonzante
ejercicio del periodismo o sobre la carta a los Reyes Magos que acaba de echar
al correo la patronal madrileña CEIM, ahora que las encuestas sitúan a
"los suyos" en la Moncloa. Ellos la llaman "propuestas de la
CEIM para la recuperación económica" y la han colgado en su página web y,
sinceramente, o están borrachos de triunfalismo o lo que están es a un paso del
fascismo.
Las peticiones de la patronal que preside Arturo Fernández
recogen, desde atentados a los derechos tan fundamentales como el que los
trabajadores tienen a la huelga a un apoyo ¿cabe hacerlo más descarado? a la
enseñanza privada, pasando por la supresión del impuesto del patrimonio, la
rebaja de la cotización empresarial a la Seguridad Social, el abaratamiento del
despido -sólo veinte días por año trabajado, con un máximo de 12 meses y
cofinanciado por el gobierno- y otras lindezas como la de "avanzar"
hacia el "copago" ¿no la estamos pagando ya con nuestros impuestos?
de la Sanidad.
El "Tea Party” que tanto admira Esperanza Aguirre, no
lo hubiera hecho mejor. De conseguir lo que han pedido, entraríamos en un
régimen, si no feudal, cuasi fascista, porque pretender como pretende que en
determinadas circunstancias se limite el derecho a la huelga, nos retrotraería
a los tiempos de la dictadura.
Los empresarios madrileños tratan de justificar lo que piden
diciendo que son ellos quienes crean la riqueza y el empleo. Quica lo de la
riqueza -si se refieren a la suya- sea cierto, en cuanto a lo otro, no estaría
yo tan seguro, porque son ellos quienes mandan y han mandado al paro a
centenares de miles de ciudadanos.
Espero que el gobierno que se forme tras el 20 de noviembre,
sea el que sea, tenga más sentido común del que demuestran los dirigentes de la
CEIM, demasiado "esperanzados" en que un país se pueda gobernar como
lo gobierna la señora Aguirre, a quien, por cierto, también se le hacen los
dedos huéspedes ante la posibilidad de poder "barrer" de las calles,
con "su" policía, a los piojos del 15-M, a los sindicatos y, claro, a
los de la ceja.
No sé si lo tenéis tan claro como yo, pero si nos damos por
vencidos, nos van a pasar por encima y, lo que es peor, van a pasar por encima
de nuestros derechos con sus puros, sus caballos, sus fustas y sus carritos de
golf. Una cosa os garantizo, con un gobierno como el que quieren Esperanza
Aguirre y los empresarios el 15-M no hubiese sido posible. Lo malo es que creo que, por acción u omisión, al menos los madrileños, tenemos el gobierno y los empresarios que merecemos.
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