Como no estaba seguro de que esta expresión tan castiza, al
menos hace una década, estuviese recogida en el diccionario de la RAE, me he
asomado a su edición electrónica y he comprobado que sí, que "a mogollón"
significa en su tercera acepción "en grandes cantidades". Lo que no
sabía es que, en sus dos primeras acepciones, significa holgazán y golfo,
aunque sí era consciente de que "mogollón" se usa como "lío o
jaleo", la cuarta acepción recogida. Cuatro significados que dan para
formar por sí solos explicar lo que ha pasado en la SGAE: "menudo mogollón
(lío) se ha montado en la SGAE, porque unos cuantos mogollones (golfos) y
mogollones (holgazanes) han robado mogollón (un montón) de pasta de la que
entraba a mogollón (a raudales) en la sociedad que debería gestionar los
derechos de los autores en España.
Hoy hemos sabido algo de lo recogido en el sumario abierto
contra parte de la directiva de la SGAE y, de entre todo lo que en él escrito,
escandaliza sobremanera que estos "mogollones" (tan golfos como
holgazanes) hayan sido capaces de "levantarse" treinta millones de
euros en caprichos y minucias, eso sí, mogollón de ellas. Viajes de lujo,
gimnasios, lencería, cuentas del supermercado y zarandajas de todo tipo que se
cargaban a las cuentas de la SGAE ante los ojos de, si no todos los socios, sí
de los más cercanos, porque está claro que, si algunos de no vieron nada
extraño, fue porque no quisieron verlo.
De todo este mogollón (lío), los autores deberían sacar una
lección clara y rotunda: los mogollones (golfos) implicados en esa enorme y
continua malversación se la han estado pegando haciéndoles ver la paja en el
ojo de los piratas mientras disimulaban la viga en el suyo, tan piratas y
bastante menos respetables.
La de buscar un enemigo exterior, real o imaginario, y el
pirateo no deja de ser real, ha sido una estrategia seguida con éxito por
dictadores y tiranos y los españoles sabemos mucho de eso, porque mientras e
mira al exterior y se hace piña, uno deja de preocuparse por lo de dentro.
Quien haya tenido oportunidad de arrimarse a alguien
relacionado con la SGAE sabe de sobra que allí el dinero que entraba a mogollón
salía de igual forma y no sólo del modo antes descrito, más cercano al puro
robo que a la malversación. También salía dinero a espuertas para proyectos de
"amiguetes" que de otro modo no hubiesen sido viables y que han
apuntalado carreras que, quizá, no merecían haber sido tan largas.
En fin, vaya mogollón.
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