La celebración de la Fiesta Nacional estrenó ayer protocolo, un poco para ahorrarle molestias al pie del rey y un poco para ahorrarnos el bochorno -que tampoco nos ahorramos este año- de ver como unos cuantos energúmenos abuchean a quien, nos guste o no, preside legítimamente el Consejo de Ministros. Salvados los insultos y la reforma protocolaria, todo el morbo de la habitualmente aburrida ceremonia se centró en la larga conversación entre quienes encabezarán las candidaturas de PSOE y PP a las próximas elecciones.
Salvo en el cuajo, la facundia, la estatura, la cantidad de pelo que cubre sus cráneos, el hecho de que uno sea de ciencias y el otro de letras y la ideología, ambos tienen más cosas en común de lo que parece- Los dos han sido ministros varias veces y de varias carteras y los dos son amantes del deporte, especialmente del fútbol y del Real Madrid. Por lo demás, ni siquiera fueron capaces de ponerse de acuerdo a la hora de contar a los aburridos periodistas de qué hablaron.
Contó Rubalcaba que hablaron del tiempo, de la vida y de la campaña electoral. Poco después, Rajoy lo dejó en una simple charla -de casi quince minutos- sobre el deporte, pero al explicarle que, según su interlocutor, hablaron de todo lo demás, Rajoy sacó su retranca gallega y aclaró que, si Rubalcaba habló de todo eso, él sólo lo hizo sobre deporte -curiosamente, ambos fueron ministros del ramo- y razones de sobra tenían para haber elegido ese tema.
A ninguno de los periodistas presentes se le escapó que una de las incógnitas por despejar es la de si, finalmente, habrá o no y cuántos debates televisivos habrá entre ambos candidatos. No sé si se le llegó a plantear la pregunta a Rubalcaba. Sí s ele planteó a Rajoy que volvió a driblar la cuestión, en el más puro estilo Messi, diciendo que "de eso se ocupa Ana Mato". Hoy, al enterarme, he recordado como muchos otros que dio una respuesta parecida cuando se le preguntó por las listas, que fue Federico Trillo quien se ocupó de la inaceptable propuesta de salida que se le dio al "pobre y honrado" Paco Camps, que, de enseñar las tijeras que afila el PP para después del 20-N, se ocupan María Dolores de Cospedal y Esperanza Aguirre, que de la economía lo hace Cristóbal Montoro, y así hasta el infinito. Es entonces cuando me pregunto que, si del Madrid, que tanto le gusta, se ocupan Mourinho y Florentino, por este orden, ¿de qué diablos se ocupa él?
No hay comentarios:
Publicar un comentario