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Baila, duquesa. Aunque el mundo a tu alrededor se derrumbe.
Baila porque a ti no te toca. Baila porque los desharrapados, sus miserias y
sus bailes han sido siempre tu mejor escenario y, tal y como van las cosas, va
a crecer ese escenario. Baila, porque lo que en una mujer de tu edad, vestida y
pintada como una patética Baby Jane, en ti, es simpatía, clase, salero y no sé
cuántas gilipolleces más.
Tu patetismo de estos días, con peleas familiares incluidas,
ha servido y servirá en adelante para poner sordina a la crisis, a los cien mil
parados más del último mes, a los despidos de interinos, a los recortes en la
enseñanza y en la sanidad públicas, al latrocinio en esas cajas a las que
llevábamos nuestro dinero porque nos creíamos eso de la "obra
social".
Nada importa que haya quirófanos cerrados. Nada importa que
a nuestros hijos, nuestro futuro, les estén arruinando el futuro. Nada importan
los cientos de miles de jóvenes maduros refugiados en el hogar paterno porque
los centenares de euros que ganan no les dan para otra cosa. Nada importa que
las colas a las puertas de los comedores de caridad sean cada vez más largas.
Seguro que tú, con tu dinero, sostienes alguno. Ya se sabe, es más rentable ser
generoso que justo.
A ti, al contrario que a tanta gente, el futuro no te
asusta. Con este último capricho tienes para lo que te quede de vida. A
nosotros sí nos preocupa. He oído a la señora Cospedal que hay que recortar el
subsidio de desempleo, bien en lo que se paga o bien en a quién se le paga. No
te preocupes. Será otro "a lo mejor" de esta mujer de rostro difícil
que se ha propuesto ser, mal que le pese a nuestra condesa, tan chula y
descarada ella, el oráculo de la derecha.
Si los parados no cobran a final de mes ese subsidio al que
tienen derecho, porque han cotizado para ello, ya encontrarán qué llevar a
casa, aunque sea un bolso de ancianita o lo que saquen una cadena o unos
pendientes malvendidos. Pero no te preocupes, duquesa, a ti no te pasará nada,
porque tendrás escoltas o guardias jurados que, en caso de necesidad, pueden
servirte también de palmeros. Nosotros no. Nosotros tendremos una policía cada
vez más cutre y mal pagada y, si queremos más seguridad, el que pueda, que la
pague, como se nos sugirió cuando Mayor Oreja fue ministro de la porra.
Tú baila, duquesa. Baila por rumbas o sevillanas -hay quien
todavía las confunde- que tu traje de Vittorio y Lucchino, tus carísimos y
enormes zapatos y tu patetismo hecho "arte" vienen muy bien para no
tener que sacar a "primera" un accidente laboral que se ha llevado
por delante la vida de cuatro trabajadores y el futuro de otros dos.
Lástima que otra muerte, la de Steve Jobs, el inventor de
las maquinitas de los pijos te haya echado de esas otras primeras, las de
Internet. Pero tú no te preocupes, aún te quedan el Hola y todas las demás.
Tú sigue bailando, duquesa, que nunca te faltarán los palmeros
ni el patrimonio que todos los tuyos han venido acumulando durante siglos con
el sudor y el hambre de esos palmeros.
1 comentario:
Me gustan mucho tus escritos.Claros,concisos y certeros. La frase mejor "es más fácil ser generoso que justo". Lo había pensado muchas veces, pero ésa es la frase perfecta. Además muchos dirán que es tan buena, tan generosa...
Ayer fué la única noticia para relajarse y reírse un poco. El pueblo a veces necesita un poco de opio (pero sólo un poco).
Saludos/Manoli.
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