Acabo de enterarme de que hace apenas tres semanas el nobel
de Economía Paul Krugman invocó a los extraterrestres como solución para salir
de la crisis. Me explico, porque sé que es necesario. Lo que dice Krugman es
que si viviésemos bajo la amenaza de una invasión alienígena no tendríamos otra
cosa en que pensar y nos olvidaríamos de inflaciones, deudas, primas de riesgo,
déficits y recortes. La moraleja que encierra esta "boutade" del
nobel es la de que, si dejamos de pensar en todo eso, el problema se resolverá
solo.
Evidentemente todo lo que está pasando no puede ser
atribuido sólo a esa hipocondría que nos aflige a los europeos y,
especialmente, a los españoles. La causa de nuestros males está más bien en
que, como le ocurrió al rey Midas, hemos confundido riqueza y dinero -oro en la
leyenda del rey frigio- y el dinero está ahora todo en el mimo lado, sea en los
países asiáticos o sea en manos de los grandes especuladores, y mientras no
vuelva a circular no habrá nada que hacer.
Aún así creo que una gran parte del problema está en que nos
han enseñado sensibilizado en exceso ante determinados hechos que apenas
tendrían influencia en nuestras vidas, de no ser porque todos esos augurios
que, a diario, nos mandan desde los mercados, desde los parqués, con el Down
Jones, el Nikkei o el Ibex, con Bruselas o Berlín. Toda esa cascada de
información -este agosto daba pánico asomarse a la radio o al periódico por la
mañana- ha generado un estado de depresión que nos impide, no ya ser felices y
optimistas, sino tratar de serlo, sin que parezca que ese estado de ánimo vaya
a cambiar a corto plazo.
Por eso me atrevo a pedir que, si hay alguna expedición alienígena
dispuesta a invadir la Tierra, que lo haga cuanto antes o, cuando menos,
utilice alguna de sus sofisticadas armas para librarnos de esta plaga de la
comunicación instantánea que está convirtiendo la aldea global en el patio de
un manicomio.
Yo, de momento, me armo de valor y, después de una ducha,
acudiré a mi cita semanal con El Rastro y, si vienen los extraterrestres, que
vengan.
1 comentario:
Mucho me temo que los alienigenas ya llevan tiempo instalados en este planeta, de otra manera no se puede entender tanto desastre.
Y lo peligroso no sería que viniesen más, lo peligroso sería que estos saliesen fuera, en cuatro días habría una crisis intergalactica.
¡Buenos son!
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