Sé que es pedir mucho, pero bastaría con que quienes acudan
a votar el próximo 20-N hiciesen un poco de memoria para comenzar a sentar las
bases de un país distinto y mejor del que ahora mismo tenemos. Bastaría con un
poco de memoria y otro poco de realismo y honradez.
Parece claro que desde el Partido Popular se van a pasar lo
que queda de aquí a ese 20-N enseñándonos el álbum de fotos -convenientemente
censurado- del tío Josemari, lleno de fotos de grúas, hormigoneras y bloques de
pisos, para evocarnos los coches de lujo, los viajes al Caribe y los chalés,
escondiéndonos, eso sí los parajes perdidos, convertidos hoy en ciudades
fantasma, las hipotecas asfixiantes y las letras sin pagar.
Nos enseñarán también las fotos de Aznar como líder mundial
"llevando a España al lugar que merece en la Historia",
escondiéndonos las de los trenes del 11-M de 2003 o las de un Aznar triunfante
de bolo en bolo, de conferencia en conferencia, segando la hierba bajo los pies
de España y los españoles y a sueldo de ese benefactor de la Humanidad que es
Rupert Murdoch.
No nos explicarán que de aquellas burbujas vienen estos
sueños rotos ni nos dirán que el Estado ya no hace caja porque recortaron los
impuestos -y el PSOE les siguió- con la misma alegría que hoy recortan el
Estado de Bienestar y el empleo público.
Van a hacer falta mucha memoria y mucha saliva para
convencer a quienes tenemos cerca de que no es posible, como prometen, recaudar
más con menos impuestos. Van a hacer falta mucha memoria y no menos saliva para
decirle a la gente quiénes son estos señores del PP que no dudan en arruinar la
sanidad y la enseñanza pública, para convertirlas en un derecho residual para
inmigrantes y pobres, mientras "nosotros", los pudientes, nos
convertimos en usuarios de sus hospitales privados y sus colegios pagados con
el dinero de todos.
Eso es lo que están haciendo en Madrid desde hace años,
convertir una sanidad excelente con unos excelentes hospitales en una cadena de
hoteles de nueva planta sin medios materiales ni humanos suficientes, porque se
ha desnudado el santo de los grandes centros para vestir el otro santo de las
"oportunidades de negocio".
Exactamente lo mismo que están haciendo con la enseñanza
pública, refugio de muchas familias en dificultades que ya no pueden pagar un
colegio "pijo", que se está deteriorando intencionadamente recortando
sus plantillas de profesores y aumentando las ratios de horas y alumnos por
profesor, para que los padres que se refugiaron en ella vuelvan al redil
ideológico de la privada y la concertada.
Nada de lo que está pasando no tiene un origen y una
consecuencia y nuestra obligación es recordar ese origen e imaginar la
consecuencia. Si lo hacemos, nos irá mucho mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario