domingo, 4 de septiembre de 2011

QUE VENGAN YA


Acabo de enterarme de que hace apenas tres semanas el nobel de Economía Paul Krugman invocó a los extraterrestres como solución para salir de la crisis. Me explico, porque sé que es necesario. Lo que dice Krugman es que si viviésemos bajo la amenaza de una invasión alienígena no tendríamos otra cosa en que pensar y nos olvidaríamos de inflaciones, deudas, primas de riesgo, déficits y recortes. La moraleja que encierra esta "boutade" del nobel es la de que, si dejamos de pensar en todo eso, el problema se resolverá solo.
Evidentemente todo lo que está pasando no puede ser atribuido sólo a esa hipocondría que nos aflige a los europeos y, especialmente, a los españoles. La causa de nuestros males está más bien en que, como le ocurrió al rey Midas, hemos confundido riqueza y dinero -oro en la leyenda del rey frigio- y el dinero está ahora todo en el mimo lado, sea en los países asiáticos o sea en manos de los grandes especuladores, y mientras no vuelva a circular no habrá nada que hacer.
Aún así creo que una gran parte del problema está en que nos han enseñado sensibilizado en exceso ante determinados hechos que apenas tendrían influencia en nuestras vidas, de no ser porque todos esos augurios que, a diario, nos mandan desde los mercados, desde los parqués, con el Down Jones, el Nikkei o el Ibex, con Bruselas o Berlín. Toda esa cascada de información -este agosto daba pánico asomarse a la radio o al periódico por la mañana- ha generado un estado de depresión que nos impide, no ya ser felices y optimistas, sino tratar de serlo, sin que parezca que ese estado de ánimo vaya a cambiar a corto plazo.
Por eso me atrevo a pedir que, si hay alguna expedición alienígena dispuesta a invadir la Tierra, que lo haga cuanto antes o, cuando menos, utilice alguna de sus sofisticadas armas para librarnos de esta plaga de la comunicación instantánea que está convirtiendo la aldea global en el patio de un manicomio.
Yo, de momento, me armo de valor y, después de una ducha, acudiré a mi cita semanal con El Rastro y, si vienen los extraterrestres, que vengan.

1 comentario:

Axel dijo...

Mucho me temo que los alienigenas ya llevan tiempo instalados en este planeta, de otra manera no se puede entender tanto desastre.
Y lo peligroso no sería que viniesen más, lo peligroso sería que estos saliesen fuera, en cuatro días habría una crisis intergalactica.
¡Buenos son!