"Enséñanos la patita" le pedían los siete
cabritillos al lobo cuando, atiplando la voz, trataba de hacerse pasar por mamá
cabra. El lobo quería entrar a toda costa en su casa para comérselos, pero
éstos de sobra sabían que las patas del lobo eran negras, mientras que las de
mamá eran blancas.
En el cuento, que pese a todo termina bien, el lobo mete su
pata en harina para blanquearla y consigue comerse a seis de los siete
cabritillos tras conseguir con su pata enharinada que los hermanos le abran la
puerta. Perrault, que da al cuento un final feliz para la cabra y sus
cabritillos y otro bien distinto para el lobo, no deja una moraleja clara para
el lector, aunque la que quizá podemos extraer es la de que no hay que fiarse
de las apariencias y, mucho menos, de quienes con la voz clara o las patitas
blancas siguen siendo lobos.
Hace tres días González Pons, con voz engolada y enharinado
hasta los codos, nos reveló que su partido "aspira" a crear tres
millones y medio de empleos. Fue tan burdo y exagerado el disfraz que a su
propio partido, después de tratar de obviar lo dicho por su propio portavoz, se
las vio y se las deseó para maquillar tan exagerado maquillaje.
Ayer fue Rato quien, sin disfraces, puso la verdadera patita
del PP sobre la mesa. Hay que dejarse de tanto tipo de contrato distinto -vino
a decir- y unificar los existentes, ligando salario a productividad. Hay que
agradecer a Rato que fuese tan claro y tan rudo -habló de "mano de
obra"- y que enseñase la verdadera naturaleza del alma del PP, apuntando a
combatir el paro de modo distinto a como se ha hecho hasta ahora, en que se abordaba
el problema de la cantidad de desempleados, lo que llamamos paro, cuando lo que
hay que abordar es el precio, salario. Menos mal que andaba cerca la CEOE,
encarnada por Alberto Nadal, para dejar claro que de lo que se estaba hablando
era de rebajar los salarios.
La nota triste de las jornadas escenario de lo anterior la
puso José María Fidalgo que plantó sus patazas de oso largo tiempo enharinadas
como secretario general de CC OO, haciéndose la foto y alabando los
planteamientos del PP.
Dentro de dos meses arranca una campaña electoral crucial
para configurar el futuro de este país. Los cabritillos deberían saber ya
suficiente sobre el lobo y sus artimañas, pero en la vida real, a diferencia de
lo que ocurre en los cuentos, las cosas acaban como acaban y no siempre acaban
bien.
A Mariano Rajoy le toca hoy clausurar este foro sobre empleo
organizado por su partido en Canarias. Sería de esperar que definiese algunos perfiles
de lo dicho ayer, pero estamos hablando de Rajoy, de Mariano Rajoy.
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