sábado, 10 de septiembre de 2011

LA PATITA


"Enséñanos la patita" le pedían los siete cabritillos al lobo cuando, atiplando la voz, trataba de hacerse pasar por mamá cabra. El lobo quería entrar a toda costa en su casa para comérselos, pero éstos de sobra sabían que las patas del lobo eran negras, mientras que las de mamá eran blancas.
En el cuento, que pese a todo termina bien, el lobo mete su pata en harina para blanquearla y consigue comerse a seis de los siete cabritillos tras conseguir con su pata enharinada que los hermanos le abran la puerta. Perrault, que da al cuento un final feliz para la cabra y sus cabritillos y otro bien distinto para el lobo, no deja una moraleja clara para el lector, aunque la que quizá podemos extraer es la de que no hay que fiarse de las apariencias y, mucho menos, de quienes con la voz clara o las patitas blancas siguen siendo lobos.
Hace tres días González Pons, con voz engolada y enharinado hasta los codos, nos reveló que su partido "aspira" a crear tres millones y medio de empleos. Fue tan burdo y exagerado el disfraz que a su propio partido, después de tratar de obviar lo dicho por su propio portavoz, se las vio y se las deseó para maquillar tan exagerado maquillaje.
Ayer fue Rato quien, sin disfraces, puso la verdadera patita del PP sobre la mesa. Hay que dejarse de tanto tipo de contrato distinto -vino a decir- y unificar los existentes, ligando salario a productividad. Hay que agradecer a Rato que fuese tan claro y tan rudo -habló de "mano de obra"- y que enseñase la verdadera naturaleza del alma del PP, apuntando a combatir el paro de modo distinto a como se ha hecho hasta ahora, en que se abordaba el problema de la cantidad de desempleados, lo que llamamos paro, cuando lo que hay que abordar es el precio, salario. Menos mal que andaba cerca la CEOE, encarnada por Alberto Nadal, para dejar claro que de lo que se estaba hablando era de rebajar los salarios.
La nota triste de las jornadas escenario de lo anterior la puso José María Fidalgo que plantó sus patazas de oso largo tiempo enharinadas como secretario general de CC OO, haciéndose la foto y alabando los planteamientos del PP.
Dentro de dos meses arranca una campaña electoral crucial para configurar el futuro de este país. Los cabritillos deberían saber ya suficiente sobre el lobo y sus artimañas, pero en la vida real, a diferencia de lo que ocurre en los cuentos, las cosas acaban como acaban y no siempre acaban bien.
A Mariano Rajoy le toca hoy clausurar este foro sobre empleo organizado por su partido en Canarias. Sería de esperar que definiese algunos perfiles de lo dicho ayer, pero estamos hablando de Rajoy, de Mariano Rajoy.

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