viernes, 26 de agosto de 2011

¿QUÉ PRETENDE COSPEDAL?


Otras urgencias y otras actualidades han restado protagonismo, aunque no gravedad, a la primera gran cacicada de María Dolores de Cospedal al frente de la Junta de Comunidades de Castilla - La Mancha, pero no hay que perder de vista las consecuencias de una medida, el impago de la deuda a las oficinas de farmacia, que pone en peligro uno de los pilares del buen funcionamiento de la Sanidad en ese territorio.
Qué pretende esta señora. No sé si lo que quiere es hacer ver Cospedala los castellano manchegos que los medicamentos que se ven obligados a consumir no son gratuitos o al menos tan baratos como los pagan. Tampoco sé si lo que pretende es experimentar con quienes le han dado, o no han podido evitar que otros se la den, la mayoría para gobernar la capacidad de resistencia de los ciudadanos a un recorte de sus derechos adquiridos.
Es probable que la presidenta haya pisado el callo de los farmacéuticos creyendo equivocadamente que todos son potentados que no cuentan, precisamente, con el respeto de los ciudadanos. Lo que no sabe una señora tan fina y bien pagada como ella que, sin duda, debe comprar sus medicamentos en una de esas megafarmacias propiedad de una de esas cadenas que levantan el cierre más pendientes del negocio que del servicio y que, no sólo se saltan las normas, sino que explotan a su personal, lo que no sabe doña Dolores es que hay centenares de profesionales que atienden pequeñas boticas en pueblos que son a la vez el médico que no hay todos los días, el amigo que aconseja y esa buena persona capaz de fiar hasta que llega la pensión a quien a duras penas puede pagarle. Lo que no sabe la señora Cospedal es que con su decisión está poniendo en peligro su subsistencia, porque va a tener que pagar los suministros con créditos o con sus propios ahorros y no todos los tienen.
Mucho me temo que esta postura autoritaria e inmisericorde del PP en Castilla - La Mancha va a ser la tónica general del partido en toda España. No está de menso recordar aquellos tiempos de Aznar del "déficit cero", una trampa que llevo a muchos incautos a ver a los populares como excelentes gestores, cuando lo que hicieron fue, con su tristemente famosa Ley del Suelo, dar rienda suelta a la liberación de terrenos municipales y, de paso, a la especulación, a la corrupción y al monocultivo inmobiliario que nos ha llevado hasta donde estamos.
No sé, insisto, que es lo que pretende esta señora que, no hay que olvidarlo, es la número dos del PP nacional. Sólo sé que los milagros no existen y que, cuando la derecha agarra las tijeras, nunca corta por arriba y siempre lo hace por abajo. No hay más que ver lo que está pasando en Chile, donde el marketing de una buena campaña llevó a la presidencia a Piñeira, un empresario emergente, que, al final deja sus promesas en nada, y ahí están los mineros del Pozo San José, tan pobres como antes y sin trabajo, ahora que se han ido las cámaras de TV para probarlo, mientras el resto del país está patas arriba y en huelga.
Nadie va a regalarnos nada a los de abajo y quien lo olvide se está poniendo la soga al cuello. Basta con preguntar a los boticarios de Castilla La Mancha, a los que, en un nuevo arranque de autoritarismo, hasta se les quiere privar por decreto del derecho al pataleo..

1 comentario:

Axel dijo...

Yo, que por nacer, nací en tierras castellanas (aunque luego el destino me trajo al País Vasco) conozco algo de la realidad de enfermar en Casilla, y más aún hacerlo en cualquiera de sus pueblecitos. Para todo se depende de las grandes capitales ya que muchos ambulatorios ni siquiera tienen para hacer una triste placa.
Si la enfermedad es un poco seria y las idas y venidas se hacen interminables, el gasto de viajes,aparcamientos, comidas, estancias y demás hace que la "puñalada" a tu cuenta corriente la deje con una hemorragia difícil de recuperar.
Claro, que por nuestra salud y por la de los nuestros, eso es lo que menos nos importa.
Exactamente igual que a la Cospedal. Tampoco le importa.

A ver cuando Castilla despierta de una vez y se da cuenta del retraso que lleva con diferencia a las demás comunidades.