miércoles, 1 de febrero de 2012

LA MÁQUINA DEL TIEMPO


Lo hablaba anoche con una amiga: el Partido Popular está cumpliendo nuestras peores expectativas. Nada de lo que está haciendo puede sorprender a nadie. Todas las reformas que está emprendiendo, si no en su programa electoral, sí figuraban en el imaginario de lo posible en el caso de una formación política en la que están, no sólo la derecha más rancia y el liberalismo económico más frío, sino la ultraderecha más montaraz.
La iglesia católica no tendrá que esperar para cobrar su factura por toda la labor de desgaste hecha contra los gobiernos de Zapatero a lo largo de los últimos años. Esas manifestaciones celebradas en las plazas de Colón o Cibeles fueron muy caras de organizar, pero van a resultar muy rentables. Sin ir más lejos y a pesar de las buenas palabras, los primeros pasos del ministro Wert van encaminados a reforzar el gran negocio de las órdenes y sectas católicas en la enseñanza. Al menos eso es lo que se atisba detrás del anuncio de acortamiento de la ESO, cambiando el último de sus cursos por uno más de bachiller, aunque sólo para quienes puedan y quieran seguir ese camino. El resto, a la Formación Profesional, ya con apenas quince años y en las mismas empresas que se encargarán de su formación práctica y quién sabe si su prematura explotación.
Con esta reforma, en la que la desaparición de Educación para la Ciudadanía puede quedar en una simple anécdota, se está partiendo, como apuntan los enseñantes laicos, se está quebrando la espalda del sistema educativo y abriendo la puerta a que los colegios religiosos amplíen el negocio de la enseñanza concertada también al bachillerato.
Los planes de Wert llevarán que a los españoles, o sus padres, tengan que decidir a los quince años si quieren avanzar hacia una carrera universitaria o encaminar su vida hacia un taller mecánico, una residencia de ancianos o una peluquería. Sé que simplifico, pero muchas familias se tendrán que plantear el esfuerzo que les supondrá costear un año más de bachiller o las clases de refuerzo de sus hijos, para que no se descuelguen de su proyecto universitario.
En cuanto a la otra gran concesión a la iglesia católica, ayer mismo Gallardón enseño la garra que esconde bajo su piel de cordero, dando a entender que suprimirá la ley de plazos que, con mayor o menor acierto, había venido a dar seguridad jurídica a las mujeres que necesitan -o quieren- abortar y a sus médicos. Según Gallardón, se volverá a la ley de los supuestos que pone bajo sospecha y a merced de los antiabortistas el trabajo de los profesionales y las clínicas que, a lo largo de todos estos años, han venido facilitando el derecho de tantas mujeres a elegir.
Lo que probablemente ofrezcan a cambio será la legalización de esas redes de robo de niños del franquismo y no tan franquismo que vinieron a sustituir las tenebrosas inclusas.
En fin, esto es sólo una parte de las reformas sociales que el gobierno Rajoy se apresura a emprender desde su mayoría absoluta. Todo un viaje atrás en esa máquina del tiempo que los españoles por acción u omisión hemos puesto en sus manos. Teníamos la llave en nuestras manos y preferimos ponerla en la suyas. En el mejor de los casos, podríamos rectificar de aquí a cuatro años, pero esos cuatro años van a ser muy duros.

1 comentario:

Jeremías Ortiz de Gamurva dijo...

Solo necesitan un par de meses para acabar con la labor de ocho años.
En el caso de la EpC, con mentiras descaradas (bueno, también en otros casos). Wert ha utilizado esta mañana en la Cadena SER como prueba del «adoctrinamiento» los párrafos de un libro de Carlos Fernández Liria et alii que jamás fue texto homologado para la asignatura ni pretendía serlo. Mentira repetida sistemáticamente por los medios ultracentristas. Ahora la cuenta un ministro. O miente o es un ignorante. No sé qué me da más miedo.
Dices que podremos rectificar de aquí a cuatro años, pero se tardará mucho más en recuperar lo perdido, si llegamos a recuperarlo.