No señor. Lamento decirlo, pero en España no hay, y me temo
que tampoco en ningún otro país, prensa de izquierdas. Fue este, hace unos
días, el meollo de una conversación entre amigos, periodistas entre ellos, a
los postres de una comida.
La pregunta que abrió el fuego fue "¿Es EL PAÍS un
periódico de izquierdas?". Yo mantuve que no y os aseguro que no fue por
resentimiento a la empresa para la que trabajé tantos años. Simplemente, con el
tiempo, he llegado a la conclusión de que las empresas periodísticas son, ante
todo, empresas y, como tales, están más pendiente de los balances, de no
molestar a quienes insertan publicidad en sus `´aginas o contratan sus cuñas y
spots, y en someterse al poder político o financiero para obtener concesiones o
créditos.
Sí es cierto que algunos periódicos se sitúan más a la
izquierda o a la derecha que otros, pero, a la hora de la verdad, y no hay más
que asomarse a cualquier redacción para ver que las más de las veces están más
cerca del modelo chino de lo que podría pretender el señor Roig de Mercadona.
Becarios eternos, nimileuristas, colaboradores que, si
cobran, cobran mal y tarde, horarios inhumanos, cuotas de trabajo que ni
siquiera garantizan la mínima calidad para el producto... No exagero, basta con
leer con un poco de atención las páginas de cualquier periódico o aguzar el
oído para escuchar la radio.
Resulta irónico que sea precisamente el diario de la calle
Miguel Yuste el que está publicando una serie sobre los jóvenes subempleados en
España. Podría haber ahorrado costes, enviándoles a una gran parte de los
empleados del grupo, los más jóvenes, el cuestionario apropiado. Y eso no sólo
pasa en EL PAÍS ni pasa sólo ahora. Por ejemplo, el diario Público que hasta
hace poco pasaba por ser el más progresista de la cabecera, a la hora de poner
en la calle a sus trabajadores se ha comportado como la empresa que al fin y al
cabo es.
Esto último me trae a la memoria la desaparición de Mundo
Obrero, el periódico del PCXE, como diario. Lo sé muy bien porque a mi hermano
Miguel le tocó, poco antes de fallecer en un accidente ferroviario, representar
a sus compañeros, embarcados en la aventura de sacar adelante un diario de
partido, ante la dirección de la empresa que, qué morro, pretendía que se
fueran con una mano delante y otra detrás, supongo que por amor al partido. Qué
curioso que uno de los hermanos Mullor, al frente de aquel proyecto, acabase
dirigiendo Iberia... sí, la de los aviones.
Los periódicos se comportan como empresas y de las duras con
sus trabajadores y son dóciles corderitos con el poder, salvo que éste les niegue
algo, en cuyo caso se convierten en perros de presa que llegan a desconcertar a
sus lectores. A veces, noticias que, por el número de afectados y lo
escandaloso del asunto, como, por ejemplo, el de las participaciones
preferentes, merecerían una primera, acaban, si es que se publican, desterradas
y escondidas en una página par de la sección de Economía.
Concluyo con un ejemplo que, más que vivir,
"padecí" en mis propias carnes. El Corte Inglés, uno de los mayores
anunciantes de éste país, prohibió durante cuarenta y ocho horas que nos
refiriésemos al atentado del Hipercor de la Avenida Meridiana de Barcelona
mencionando su marca comercial. Al final, el sentido común y la Historia,
pusieron las cosas en su sitio, pero, intentarlo, lo intentaron y en los
despachos se les siguió la corriente.
Va a tener razón un amigo que a menudo repite "yo, donde
pago, cago".
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2 comentarios:
Creo que siempre la prensa ha sido manejada por la derecha, pero en los momentos mas oscuros de la historia han habido periodistas dispuestos a arriesgar sus vidas por difundir la verdad, han creado los medios para hacerlo y han tenido lectores dispuestos a ser detenidos por comprarlo.
Recuerdo, en especial, a un periodista que siendo director de una revista, se atrevió a publicar la verdad, fué detenido y condenado a reclusión nocturna, sus colegas en grupo, cada noche lo acompañaban hasta la entrada de la prisión para que saliera con vida en la mañana.Todavía es uno de los que vale la pena leer y escuchar.
Hola Anónimo, me podria facilitar el nombre del periodista que fue retenido por publicar la verdad.
Muchas gracias desde Barcelona.
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