jueves, 31 de octubre de 2019

PUEDEN CONTAR CONMIGO


A estas horas, cuando ya sabemos con una certeza casi absoluta que todos esos carteles pegados en barrios madrileños con inclinación a votar a la izquierda, carteles en los que se empuja a los votantes que pudieran estar desengañados por el PSOE o por Podemos a dejar de votarles, están pagados por personajes claramente conectados con el Partido Popular, a esta hora sólo puedo acordarme de esos días convulsos de mediados de los setenta, cuando los GRAPO sembraban el terror, trabajando en contra del control que la izquierda, el Partido Comunista principalmente, estaba tomando de la calle, a través de los movimientos vecinales y obreros. Recuerdo claramente como el bulevar de Vallecas apareció cubierto de octavillas nada clandestinas en su formato, apenas les faltaba el registro del depósito legal y el nombre de la imprenta, en las que se pedía el apoyo al no menos sospechoso PCR, Partido Comunista Reconstituido, octavillas que más que sospechosamente se habían sembrado en las mismas narices de los "landrovers" de los grises.
Por qué aquello me recuerda a esto, os preguntaréis, porque el escenario de ambos hechos es más o menos el mismo y, sobre todo, porque el fin que persigue es idéntico, desconcertar a los simpatizantes de la izquierda, apelando al purismo o a la radicalidad tan "resultones" en ese sector de la población, buscando la dispersión del esfuerzo o, en todo caso, su desmovilización. Dudo que aquellos panfletos sirvieran para algo hace cuatro décadas y dudo que, una vez descubiertos, sirvan para algo estas campañas en las calles o en Facebook. Lo dudo, pero no me conformo con dudarlo, porque creo que cosas como estas se deberían castigar y que el promotor debería pagar por ello.
De momento y a la espera de que la lentitud de la justicia acabe castigando a los responsables, dentro y fuera del PP, creo que deberíamos arrancar con rabia esos carteles o exigir a los ayuntamientos que lo hagan, pero creo que de donde deberíamos arrancarlos es de nuestra conciencia y de la de nuestro entorno, haciendo ver a amigos y familiares que, dado que si el PP es capaz de gastarse el dinero que se ha gastado en esta falsa campaña y capaz de arriesgarse a una remota sanción de la Junta electoral, quienes creemos que el PP, con sus regalos fiscales a los ricos y sus recortes de servicios y derechos a todos los demás, no debería volver a gobernar en España, como nunca debería haber conseguido el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, quienes no queremos que se vuelvan a pisotear nuestros derechos ni agrandar la desigualdad en nuestro entorno, deberíamos reafirmarnos en lo que votamos y queremos volver a votar, porque lo que persiguen es arrancar nuestros votos, aunque sean unos pocos, para alterar el resultado y propiciar otra vez que Vox decida y condicione el futuro de nuestras vidas.
No les hagamos ese regalo y no nos quedemos en casa. En Andalucía lo consiguieron y por eso Juan Manuel Moreno Bonilla, con los peores resultados que nunca haya tenido el Partido Popular allí es ahora presidente de Andalucía, con el apoyo de Ciudadanos y, lo que es peor, Vox.
Muchos, demasiados, votantes de izquierda andaluces "se la cogieron con papel de fumar en aquellas elecciones. No repitamos la exquisitez ahora y aunque creas que los errores pasados justificarían una abstención no cometas tú el error de posibilitar un gobierno de derechas, con unos cuantos votos de menos a la izquierda lo conseguirían, por eso, aunque sea tan tentador, castigarles con tu abstención, aunque ese "no contéis conmigo" sea tan sugerente, piensa por un momento lo que supondrían otros cuatro años con el PP y sus socios. Yo, pese a todo, digo alto y claro que "pueden contar conmigo". otra vez.

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