Quien tiene jardín o, simplemente, algún que otro rosal en
macetas en su terraza sabe muy bien que, si bien podar adecuadamente es bueno,
hacerlo en exceso o inapropiadamente puede causar la muerte de lo que se poda.
Quienes tenemos rosales en casa sabemos que los chupones,
esas ramas tiernas y verdes que surgen bajo tierra, procedentes del tronco en
que está injertado nuestro rosal, son tan inútiles como feraces y que no hacen
otra cosa que "chupar" gran parte de la savia de la planta,
arruinando la floración y, con ella, la aparición de frutos si los hubiere.
No. No es que me haya dado ahora por la jardinería -una
afición que, por otra parte, recomiendo- sino que, por más que intento no caer
en ello, veo a los ministros del Gobierno como jardineros malvados o
enloquecidos que "desmochan" las ramas que dan los frutos de la
riqueza y el empleo y dejan intactos los chupones de la especulación, la
evasión fiscal y la corrupción, hasta dejar yerto el árbol metafórico que sería
España.
Esto que digo no es muy distinto de lo que expresaba ayer un
editorial del New York Times dedicado a la situación de la zona euro, en el que
pone en tela de juicio las "podas" que, impulsadas por Alemania,
están llevando a Europa a una nueva recesión, en lugar de reactivar las
economías de los países que, como España, están en dificultades.
Lo que escriben los editorialistas del diario neoyorquino es
lo que sabe por propia experiencia cualquier jardinero o campesino: que
"cuanto más restrictivo sea el presupuesto, más caerá la recaudación y eso
obligará a más recortes en las cuentas". La obsesión de Merkel por el
control del déficit está en vías de agostar el jardín europeo, lleno de
jardineros locos o tramposos que, en lugar de hacer podas curativas que
permitan sanear lo plantado y multiplicar los frutos, se dedican a una poda
generalizada y selectiva, para poner a los pies de la "dueña" de la
finca, en su casa de Berlín, todas las ramas, algunas repletas de yemas
dispuestas a dar flores y frutas, y hacer con ellas una hoguera en honor del
dios mercado.
En el jardín arrasado y desolado por estos jardineros locos
y desalmados sólo quedaran los troncos desnudos de algunos árboles, los bancos,
dispuestos a beberse toda el agua del crédito que el Banco Central Europeo esté
dispuesto a verter sobre sus raíces, sin dejar que una sola gota llegue a las
de las pocas plantas que hayan conseguido retoñar.
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luz" en http://javierastasio2.blogspot.com/ y en http://javierastasio.blogspot.es y, si amas la buena música, síguenos en “Hernández y Fernández” en http://javierastasio.blogspot.com/
Lo peor es que en esa ruina de jardín, yermo y gris, los
parásitos y los gusanos serán los amos, sacando partido de los restos de lo que
en otro tiempo fue vida.
1 comentario:
muy buen símil, lo que me hace reflexionar sobre si necesitamos un jardinero que nos de agua o poda o...
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