¡Qué curioso! El fondo de pensiones que ha conducido a la
dimisión del eurodiputado de IU Willy Meyer lo habían suscrito la mayoría, si
no la totalidad, de los eurodiputados españoles, eurodiputados de casi todos
los partidos, a uno y otro lado del espectro político, a la derecha y a
la izquierda, alguno de los cuales, de palabra o a través del programa de
su partidos se había manifestado en contra de los privilegios fiscales de las
vergonzantes SICAV, una de las cuales se esconde tras ellos. Un fondo compartido
por diputados de todo pelaje, dispuestos a partirse la cara en cualquier debate
televisivo que, sin embargo, iban "a pachas" en este súper negocio
que, con fondos públicos, llegó a producir medio euro por cada uno invertido-
Elena Valenciano, Rosa Díez, el místico Mayor Oreja o el
mismísimo Cristóbal Montoro tienen o han tenido esos fondos que, no sólo se han
financiado en algún momento con dinero público, sino que tributan en el ducado
de Luxemburgo, que no es otra cosa que un paraíso fiscal incrustado en la Unión
Europea, con un tipo de interés más simbólico que otra cosa, que, en tiempos
como estos, no puede considerarse sino como una afrenta a quienes han perdido
su trabajo y tienen que cotizar por la indemnización que reciben.
Sería muy triste que así fuera, pero tal parece que los
eurodiputados, de izquierdas o de derechas, antes de ser de un color u otro,
antes de defender los intereses de los pobres o de los ricos son miembros de un
club privado lleno de ventajas y privilegios que tienen en común más de
lo que parece. Y, en este punto, a mí me cuesta creer que ninguno de los
"pillados" en este renuncio se haya preguntado nunca cómo era posible
que su dinero se multiplicase sin trampa.
Muchos nombres, de todos los colores, y sólo uno ha dejado su
cargo y lo ha explicado. Ha sido el cabeza de lista de IU, Willy Meyer, que
presento su dimisión después de darse de baja en ese fondo del que, por cierto,
fue administrador su rival Miguel Arias Cañete, al parecer especializado en
chanchullos y paraísos fiscales y, desde que se dio el gran batacazo en las
últimas europeas, desaparecido en combate. La verdad es que, una vez conocida
la inversión de Meyer en el fondo -un fondo de pensiones, nos digan lo que nos
digan, no es más que eso, una inversión- al eurodiputado d IU no le quedaba
otra que dimitir y hacerlo, a ser posible, con dignidad. Y así lo hizo, dando
publicidad a su gesto y tratando de explicar que no sabía lo que firmaba cuando
suscribió el fondo, algo, cuando menos, difícil de creer.
Lo extraño es que Meyer ha sido el único en presentar su
dimisión, mientras sus compañeros inventan las excusas más peregrinas para no
hacerlo. Y eso que la dimisión de Meyer no fue la única anunciada ayer, porque
también Magdalena Álvarez, la eternamente cabreada ex ministra de Fomento, que
anunció que dejaba la vicepresidencia del Banco Europeo de Inversiones en medio
de una tormenta de reproches, quizá justificados, al gobierno y el PP que
la han sometido, dice, a un insoportable acoso desde que la juez del caso de los
ERE decidió imputarla. Unas explicaciones que, dado lo abrupto del carácter y
el verbo de la exministra soy incapaz de juzgar.
Curioso que coincidan dos dimisiones y de ese calado en el
mismo día, porque, en este país, dimitir no es lo habitual. Menos raro es que
ambas dimisiones se hayan producido en el ámbito de la izquierda, al menos de
la nominal, porque en este país, salvo casos flagrantes como el del descarado y
faltón senador madrileño del Partido Popular Francisco Granados, dimitir y
tener el carné de las gaviotas suele ser incompatible. Y es que vivimos en un
país en el que el verbo "dimitir" no suele conjugarse en todos sus
tiempos ni personas, porque, y ya va siendo hora de que eso cambie, casi nunca
se conjugue en la primera persona del presente. Y ya va siendo hora de que se
conjugue como el verbo regular que es. Quizá así, comencemos a ser también un país regular. Aunque no juguemos la "champions", pero regular.
Puedes leer más entradas de "A media
luz" en http://javierastasio2.blogspot.com/ y en http://javierastasio.blogspot.es y, si amas la buena música, síguenos en “Hernández y Fernández” en http://javierastasio.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario