No es que me disgusten los ridículos en que cae una y otra
vez el PP, es más, me complacen. Sin embargo, a cada nueva patochada que les
descubro, crece en mí el resquemor por el poco respeto que demuestran tenernos,
si, como parece, pretenden engatusarnos con tan burdas y tan falsas obviedades.
Con lo de ayer, inefable por cierto, más de un ministro,
diputado o, simplemente, militante que sólo horas antes se hubiese sentido
incómodo o irritado por las palabras de Montoro, acusándoles en una entrevista
en EL MUNDO de avergonzarse por pertenecer al partido, habrá tenido que
reconocer que sí, que un poco de vergüenza sí da pertenecer a ese club de
"señoritos, miopes y engreídos, a los que nada les importa ofender la
inteligencia de aquellos a los que se supone deberían servir.
Cuando me enteré de la existencia del video y de su
contenido, aún sin haberlo visto, me hacía cruces porque no era capaz de
imaginar tamaña torpeza. Usar una metáfora tan burda, precisamente a costa de
uno de los sectores, la Sanidad, que se han visto más castigados por el paso
del Partido Popular por el poder.
Hace falta tener descaro y poca o ninguna sensibilidad para
con los ciudadanos, para basar tan burdo panfleto en una metáfora que no puede
verse sino como un escarnio a costa de un sector que, desde que gobierna
el PP, ha expulsado de su seno a decenas de miles de profesionales y
beneficiarios. Y no sólo eso hay que ser torpe para, en tiempos de redes y YouTube,
plagiar con tanto descaro un video usado en una campaña electoral de la
República Dominicana hace ocho años. Sólo espero que, a los autores del
original les llegue el eco del plagio y planteen a los creadores del
"nuestro" la demanda por plagio que se merecen.
Hace falta, también, tener descaro para presentar un acto
partidista en el hall del Congreso, un acto, la presentación del video de
marras, que, sin el menor rubor retransmitió en directo el canal 24 Horas, un
canal de RTVE que pagamos todos. Un acto para el que la sede de la soberanía
popular se vio convertido en algo así como los espacios comunitarios que, en
los bloques de viviendas pijas, se usan para cumpleaños y guateques.
Y qué decir del plano final del rostro de la presunta
paciente ¿Hacía falta ser tan obvios? Está claro que en ese partido y con ese
presidente no queda espacio para las sutilezas. Seguro que a más de uno de los
genios que contrataron y crearon el spot les pareció que a quienes lo viesen se
les iba a escapar que la paciente era España y, por eso, le pintarrajearon la
cara a la pobre, dejándola como el ala de un avión de combate.
Está claro que, al menos en gustos y sutilezas, el PP sigue
siendo el partido de Grabados, Camps y la Gürtel, el partido de caciques y
tratantes de ganado, el partido que todo lo soluciona con dinero, con fajos de
billetes mal contados dentro de un coche, dinero oscuro, negro, que pasa de
mano en mano que se cobra por favores a terceros, dinero que las agencias de
publicidad, los constructores de los escenarios, los contratistas de la música
y el sonido recuperan en generosas contratas y exclusivos contratos lo que
"pierden" haciendo "precio" al partido en sus asuntos de
campaña, dejándolo muy por debajo de las tarifas de mercado, para que la
gallina de los huevos de oro pase los controles y no supere el tope de gastos
que la ley exige, es un decir, en campaña.
El video de la pobre España moribunda o el botón en que han
convertido el logo del partido es una prueba de lo que ha sido el PP durante
tanto tiempo, un hortera con dinero, con mucho dinero. Y no hay nada más
peligroso que un hortera con dinero, porque, la primera gilipollez que se los
ocurre, van y la hacen.
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luz" en http://javierastasio2.blogspot.com/ y en http://javierastasio.blogspot.es y, si amas la buena música, síguenos en “Hernández y Fernández” en http://javierastasio.blogspot.com/
1 comentario:
Demuestran que son de pandereta....
Saludos
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