A veces, demasiadas veces, basta encender el televisor para
deprimirse. A veces, me cuesta creer que quienes aparecen en los telediarios,
posando, opinando, declarando, se crean el papel que interpretan, Y eso es lo
único que tengo claro: que sólo interpretan su papel. Un papel, el suyo, tan
previsible y monótono que parece escrito por el peor de los guionistas.
Resultan tan aburridos ante las cámaras que sólo puedo atribuir al efecto
hipnótico del barrido electrónico de la pantalla la atracción que me lleva a
soportar la penitencia de ver desfilar ante mis ojos las mismas caras, los
mismos gestos, las mismas frases hechas una y otra vez, con sus
correspondientes prólogos y epílogos.
A veces, como ayer, el posado es tan previsible, tan
esperado, que los protagonistas lo repiten una y otra vez, dentro y fuera del
escenario y colocados en perfecto orden de estaturas, una vez aprendida la
lección de aquella foto de las Azores en la que Aznar tuvo que corregirlo para
no hacer evidente la cortedad de su corta estatura, entre Blair y Bush, estatura
física, claro, que la moral, como han dejado claro después, la tenían pareja.
A veces me pregunto cuál es el papel de la prensa en este
circo. Sobre todo últimamente, viendo como estoy viendo en qué manera se trata
un asunto tan serio como lo es el de la hipotética secesión de Cataluña. Y me
lo pregunto, porque cada vez tengo más claro que unos y otros hacen y dicen lo
que dicen y hacen pensando sólo en el telediario más inmediato. Qué fue si no,
el pasado miércoles, la excursión al Constitucional de los líderes no
independentistas del Parlament de Catalunya. ¿Acaso ignoraban el resultado del
viaje? ¿Acaso nadie de su entorno les dijo en que iba a acabar su recurso?
Evidentemente, lo sabían. Sabían que no hay tribunal sobre
la tierra capaz de impedir que se reúna un parlamento democrático en un país
que se dice democrático. Es cierto que el asalto al parlamento catalán
emprendido por los independentista resulta más que sospechoso y que, como los
carteristas, rápidamente se pasan el botín de unos a otros, para que el primo
sea incapaz de reacciona cuando se da cuenta de que le han
"levantado" la cartera. Es cierto que, como los trileros, Forcadell y
quienes la controlan van dando pasos hacia adelante, cada vez más deprisa, con
la esperanza de dejar atrás a sus adversarios y que lo que a estos les pide el
cuerpo es gesticular, fritar "al ladrón" y presentarse como víctimas
honradas, pero también lo es que pillan a la gente muy cansada, harta más
bien, de tanto aspaviento como han visto.
Cada día, unos y otros anuncian el final, lo irremediable y,
al mismo tiempo, nos hacen creer que tienen la solución, que nada puede pasar,
aunque, para decírnoslo, compongan su cara y su tono más apocalípticos. Pero lo
único que consiguen, en el mejor de los casos, es aburrirnos, hacernos sentir a
los de aquí y los de allá el hastío y el resquemor que hasta ahora, al menos
to, no sentíamos. Estoy ya cansado de víctimas y verdugos, estoy cansado de
ceremonias estériles, de gestos y reuniones que no conducen a nada o, al menos,
a nada bueno.
¿Para qué ese desfile por La Moncloa de los líderes
políticos de este país? ¿Para qué, si quienes más tienen que decir, los
nacionalistas catalanes y vascos, no han pasado por el sillón de la
cordialidad?
Nada se ha hecho o dicho, salvo dejar abierta la amenaza de
un frente sin pies ni cabeza, que es lo último y lo peor que le puede pasar a
este país.
Menos mal que aún queda algo de sentido común y olfato
político, aunque, desgraciadamente, no entre los políticos que más debieran
tenerlo, sino en los tribunales. Ayer, el Constitucional lo dejó claro,
privando a Junts pel sí y la CUP de una nueva oportunidad de lucir sus heridas
bajo los focos.
Mientras tanto, silencio, se rueda.
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luz" en http://javierastasio2.blogspot.com/ y en http://javierastasio.blogspot.es y, si amas la buena música, síguenos en “Hernández y Fernández” en http://javierastasio.blogspot.com/
1 comentario:
Ciertamente llega la hora de montar la peli....
Saludos
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