Tienen los hombres de iglesia un arte especial para el
lenguaje poético. Así, por ejemplo, llaman cuervo a lo que los mortales
llamamos topo, especialmente los que hemos leído o visto en el cine historias
de espionaje. Y quizá tengan razón porque el cuervo se eleva en pos de sus
presas, mientras que el topo, cegato, las busca entre la tierra húmeda de
huertos y jardines. Al hacerlo, demuestran una cierta soberbia, porque, incluso
a sus enemigos, los colocan por encima de muestras cabezas.
Qué sobresalto, enterarse de que la policía vaticana, yo
desconocía que la hubiese, había detenido a in sacerdote español por filtrar
documentos secretos. Hasta ese momento, pensaba que el papa sólo contaba con
una guardia de "buenos mozos", antiguamente de origen suizo, de
vistosos uniformes, más para "numeritos" folclóricos y para
"hacer bonito" en las ceremonias que para tareas policiales.
Ahora sé que no. Y que, en el Vaticano, como en los viejos
tiempos, sigue habiendo calabozo, no mazmorras, como antes, pero sí celdas,
ocupadas hasta ahora por religiosos implicados en delitos de carácter sexual.
En este caso no. En este caso, el detenido, tildado de
cuervo en la nota del Vaticano que daba cuenta de su detención es un sacerdote
español, del Opus Dei, recomendado por Rouco Varela, que llegó a ecónomo de
Astorga, diócesis a la que "pringó" en la estafa de AFINSA y que,
pese a todo, fue elegido para formar parte de la comisión nombrada por el papa
Francisco para sentar las bases de la reforma de la curia y después de haber
colaborado en la auditoría de las cuentas de la curia, avalado, curiosamente,
por el cardenal Rouco, rival del papa, con el que colaboró en la organización
de las Jornadas de la Juventud Católica que se celebraron, a mayor gloria de
Benedicto XVI, en medio del boato y todo tipo de dispendios para los
participantes, en un Madrid acuciado ya por el fantasma de la crisis.
Al margen de antecedentes y filias, lo cierto es que, de
confirmarse, la deslealtad de Lucio Ángel Vallejo, que así se llama el cura,
consistiría en haber puesto en manos de dos periodistas, autores de sendos
libros a punto de ver la luz, documentación secreta sobre las finanzas
vaticanas y algunas grabaciones del papa Francisco a propósito de ellas, algo
tan habitual en el mundo real que produce sonrojo conocer sus consecuencias en
la monarquía más absoluta y antigua de Occidente.
Dicen que, gracias a esas filtraciones, en los libros a
punto de aparecer, se cuenta como el dinero obtenido de la caridad de los
fieles, las limosnas, acaba en cuentas fuera del Vaticano o invertido en
empresas ajenas a la iglesia y que sólo una ínfima parte del producto de
la caridad de los fieles va aparar a su verdadero fin, ya que la mayor
parte se destina al uso y disfrute de la curia, por ejemplo a la compra de
lujosos apartamentos en Roma.
Eso es algo que todos sospechábamos, pero que no habíamos
podremos ver negro sobre blanco, como
ahora, pese a que hace ya tiempo que sabíamos de lo oscuro de las finanzas
vaticanas, especialmente desde que, en 1982, Roberto Calvi, el banquero de
dios, apareciese colgado de un puente de Roma, en lo que todo el mundo
consideró un asesinato maquillado. Lo que no acabo de entender es a quién
beneficia este segundo "Vaticano leaks" El primero, recordemos, que
revelaba la existencia, de una "mafia rosa" en la curia, le estalló a
Benedicto XVI en las manos y hay quien ve en él el origen de su renuncia al
papado.
No sé a quién beneficia, porque lo que se revelaría en los
documentos filtrados, es, precisamente, todo aquello contra lo que estaría
luchando Francisco. Sin embargo, Vallejo sería un hombre de su rival Rouco,
infiltrado entre sus colaboradores y salvo que muestren en las grabaciones una
imagen del todo distinta a la que tenemos del papa, las revelaciones actuarían
a su favor.
Pero ya se sabe la costumbre que tiene dios de escribir en
renglones torcidos. Quizá el escándalo creado sólo pretenda crear expectación
sobre el contenido de las filtraciones y ayudar al actual papa en su lucha
contra la corrupción y el lujo desmedido que, al parecer, aquejan al Vaticano.
Lo cierto es que el cuervo, como le llaman las autoridades vaticanas en su
nota, llevaba en su pico el barro y la basura que se esconde entre los tesoros
de la iglesia.
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luz" en http://javierastasio2.blogspot.com/ y en http://javierastasio.blogspot.es y, si amas la buena música, síguenos en “Hernández y Fernández” en http://javierastasio.blogspot.com/
1 comentario:
En todas partes cuecen habas....
Saludos
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