Está muy bien evitar la cárcel a la gente de bien, arraigada
y con domicilio conocido. La prisión, la privación de libertad, el rancho, los
horarios, la disciplina, las frías comunicaciones regladas, los sórdidos
locutorios y el desolador vis a vis son el peor de los castigos para
cualquiera, mucho más para quien ha conocido la lana de las alfombras de los
palacios.
Por eso veo muy bien que el yerno del rey y su socio Diego
Torres esquiven la prisión. No será plato de gusto e, incluso, sería muy
complicado garantizar u seguridad y la de sus familias si es que alguna vez
acudiesen a visitarles. No sólo se evitarían situaciones complicadas, sino que
en época de vacas flacas, los contribuyentes nos ahorraríamos "una pasta".
Como todo el que está medianamente informado he tenido noticias
de que Iñaki Urdangarín y el que fuera su socio andan en negociaciones con el
tribunal para evitar el banquillo pactando una condena inferior a dos años a
cambio de admitir la culpa y devolver lo obtenido ilícitamente. Lo más curioso
del asunto, más allá de la maniobra que, por lo que sé, es accesible a
cualquier imputado que cuente con un buen abogado, es que el movimiento
conjunto del duque de Palma y su socio llega tras el contraataque de Diego
Torres, haciendo públicos una serie de correos electrónicos que, de ser
aceptados como prueba, comprometerían el papel de la infanta Cristina e incluso
el del rey en el caso.
Listo este Diego Torres o simplemente cansado de tener que
"comerse un marrón" que no es sólo suyo. Con su golpe de mano ha
vuelto a unir su destino al del duque y, si todo va bien -para ellos, claro- ni
uno ni otro tendrán que verse entre rejas, como si de vulgares chorizos se
tratara, porque si algo ha quedado claro es que no son vulgares.
Ahora, queda por saber cuánto le costará al duque escapar a
la cancela. Se habla de que la cantidad a la que habrán de hacer frente
"solidariamente"" Torres y él asciende a tres millones y medio
de euros, con lo que la parte ducal alcanzaría el millón setecientos cincuenta
mil. O sea, una pasta.
Y cabe preguntarse también de dónde va a salir, si se logra
el acuerdo, tal cantidad de dinero. Ya hay quien hace cábalas y habla de la Casa
Real y hay quien piensa que saldrá de alguna cuenta secreta de esas a las que
fueron a parar los 10 millones desviados por la pareja -Torres y Urdangarín, se
entiende- a lo largo de su fructífera sociedad.
En ambos casos, la respuesta me produce sarpullido, porque,
si sale de la familia política de Urdangarín, de alguna manera sale de nuestros
propios bolsillos, algo más que frustrante. Pero, si sale del capital colocado
por los encausados en paraísos fiscales ¿quién nos asegura que ese inmenso
"pastizal" no ha servido para que los malditos mercados acosen al
Reino de España, encareciendo su deuda y llevándonos a la situación en la que
estamos.
En fin que siempre pagamos los mismos. O, como dice mi amigo
Ángel, de Ávila para más señas, "no hay que luchar contra el destino,
porque el que nace tostón, muere gorrino".
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2 comentarios:
Con la mayor de las humildades, no estoy de acuerdo con que el duque no pise la cárcel, puesto que entonces se cumple la máxima de que la justicia no es igual para todos, es decir, ¿para qué nos sirve una Constitución que propugna dicha igualdad si luego resulta que unos se libran por ser quienes son?, ¿la justicia es para los ricos? A mi me enseñaron que la justicia es ciega y ahora resulta que en algunos casos es "tuerta", y se levanta el paño para ver a quien hay que juzgar... NO, no me gusta. Un abrazo
Querido Javier, ¡MUY BUENO!
Lo suscribo totalmente.
Un fuerte abrazo!
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