La foto de Emilia Gutiérrez para LA VANGUARDIA lo dice todo.
Nada que ver, nada que decirse, uno y otro. No sé qué hace Mariano Rajoy
recibiendo a Pedro Sánchez, tan pronto y sin hacer los deberes, y a todos los
demás después ¿Acaso está ejerciendo de rey? ¿Acaso la confusión que tienen en
el PP entre la Constitución y su conveniencia, que se evidencia cada vez que
alguno de sus líderes abre la boca, les lleva a sumir papeles que no les
corresponden?
Creo que no. Más bien apostaría porque todo esto forme parte
de un calculado proceso de maceración de los votantes, especialmente los de
izquierdas, que les lleve del entusiasmo por la derrota del autor de todos sus
males a la resignación ante la presunta imposibilidad de desalojarle de La
Moncloa ¿De qué estamos hablando? ¿Estamos jugando el juego que dictan
"los mercados"? En cualquier otro país, quien pasa de pilotar el
rodillo parlamentario a ser arrollado por las urnas, sin el consuelo, además,
de apoyarse en la familia de la derecha, como le ha ocurrido a Rajoy, saldría
escopeteado, no sólo de La Moncloa, sino de la presidencia de su propio
partido.
Sin embargo, aquí no. Aquí el personaje en cuestión anda en
un "corta y pega" de conveniencias, con el apoyo explícito del
ambicioso Rivera al que los dedos se le hacen huéspedes ante la posibilidad de
tocar poder, diciendo digo donde dijo diego y tratando de forzar al PSOE, la
otra pata de lo antiguo y corrupto que tanto odiaba, a apuntalar la a todas
luces insuficiente mayoría que, él, está dispuesto a conseguir, con quienes
hace un sólo cuarto de hora les despreciaban, la estabilidad tan ansiada por
los mercados, la gran excusa del capital financiero (especulativo) y las
grandes empresas, para continuar mangoneando en el futuro y lo poco que queda
del bienestar de los españoles.
De qué estamos hablando, cuando, y yo me acuso de ello,
estamos dejando a Pedro Sánchez cocerse en el jugo de su partido, mientras
Rajoy, vive más o menos tranquilo en La Moncloa. Y, a todo esto, vamos
cumpliendo las previsiones de los gurús del poder, que de momento es único,
olvidando que, está vez, la victoria de la izquierda, emergente o no, nacional
o nacionalista, ha sido indiscutible y plegándonos a las componendas que, para
nosotros y nuestro futuro, han decidido los ambiciosos ejecutivos de las
televisiones, los sesudos editorialistas de la prensa y algún que otro profeta
de las ondas.
¿De qué estamos hablando, si España se ha retratado hace tan
sólo cuatro días y ha salido en la foto peinada con la raya a la izquierda? ¿De
qué estamos hablando? ¿Quizá de que cumplir la voluntad de los votantes no es
del agrado de quienes llevan años saqueándoles, arrebatándoles sus viviendas,
devaluando sus pensiones y sus salarios, deteriorando su sanidad y su educación
y negándoles el futuro? Si es de eso de lo que hablamos, apaga y vámonos.
La situación no es muy distinta ni, mucho menos, peor que la
que vivimos en 1982, con un PSOE triunfante y aún de izquierdas y un PCE,
todavía muy influyente. No sólo fue posible el gobierno, sino que, además, abrió
camino a una etapa de reformas, algunas buenas, otras dolorosas que dieron paso
a una España distinta y mejor que aquella de la que veníamos. Ahora, cuando lo
público ha sido borrado, prácticamente, del panorama, cuando lo sindicatos no
se sabe qué defienden, cuando los medios de comunicación han dejado de estar en
manos de periodistas, tratan de convencernos de que nuestro sueño, pese a
haberlo conseguido, no es posible, ahora, precisamente ahora, tenemos que
defenderlo con uñas y dientes, para no dejar que nos lo arrebaten, como nos han
arrebatado casi todo lo demás.
Quienes votamos a la izquierda, a las fuerzas de progreso,
que dicen algunos, hemos ganado esta vez las elecciones. Entonces ¿de qué
estamos hablando?
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1 comentario:
"Para ese viaje no se necesitan alforjas"
Con este refrán se da a entender que el resultado obtenido no es proporcional al esfuerzo aplicado para conseguirlo.
Y, ciertamente, se lo pueden aplicar tanto Podemos como Ciudadanos...
¡Tanto hablar de necesidad de cambio...para que todo siga igual!
Y los "barones" del PSOE ayudan a ello...
¡Tendremos PPSOE para Rato! Tiempo al tiempo...
Feliz Navidad
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