sábado, 2 de junio de 2012

BAJARSE DEL GUINDO



El español, una lengua grande para tantas cosas, reserva una expresiva imagen, "caerse del guindo", para describir la vuelta a la realidad de quienes por una u otra razón, consciente o inconscientemente, pretendiéndolo o no, viven encerrados en su particular realidad. Yo nunca me he caído de un guindo, entre otars cosas, porque nunca me he subido a uno, pero puedo imaginarme por accidentes parecidos la desagradable sorpresa que puede llevarse quien pasa de estrar en lo alto comiéndose la fruta a verse en el suelo después de tamaña costalada, ante la risa o la lástima de los demás.
Así se ha debido ver Rodrigo Rato, aunque a decir verdad él no se ha caido de ningún guindo, sino que, más bien, le han empujado para que caiga o, para ser precisos, le han arrimado la escalera, para que pueda bajar con comodidad.
Al menos eso parecía, hasta que ayer nos enteramos de que a Rodrigo Rato no le ha gustado nada verse de nuevo en el suelo. Y no le ha gustado nada, porque al eterno delfín, al "recambio" del PP para los tiempos en que venganmal dadas como vienen, de repente, se le ha venido abajo todo el terciopelo y el oropel del prestigio que ya tenía bastante deteriorado desde su "espantá", esta es ya la segunda, del Fondo Monetario Internacional, porque quien, empeñando el prestigio de toda una nación se va de ese organismo antes sde terminar su mandato, pero con el tiempo cumplido para poner a salvo el retitro, o abandona Bankia después de, como ha dicho la siempre locuaz presidenta de argentina, "fundir" un banco tiene ya muy difícil presidir,  incluso, su comunidad de vecinos.
Y, claro, al que es de buena cuna no le gusta, por mucho que haya pactado su futuro, verse en boca de tosos y, si, además, se va a tener que ver rindiendo cuentas ante el Parlamento pòr el desastre causado, no le apetrece nada pasar por ello y decide morir matando y salpicando a los demás con veladas acusaciones que, por más ques ean ciertas, dicen muy poco de su honestidad.
La "cartita" que Rato entregó a los consejeros de Caja Madrid, exculpandose del desastre de Bankia y tratando de revolver contra el ministro de Economía a los accionistas de Bankia y los ya bastante mosqueados ciudadanos, me recuerda al "no nos haremos daño" que espeta el paciente temerosos a su dentista mientreas le tiene cogido por  donde más le duele.
La carta tiene toda la pinta de ser el anuncio de un "si yo hablase" para quiens tienen en su mano la llave para sentarle en el cómodo banquillo, pero banquillo al fin y al cabo, de una comisión de investigación en el Congreso de los diputados. Y es que hay mucho que explicar y demasiados responsables: quién decidió ponerlo todo en hipotecas y ladrillos, quién decidió que un sumando agujeros se hace un taón, quién decidió salir a bolsa con ese valor de las acciones tan hinchado, quien le daba las cifras del agujero a Guindos, si es que éste no se las inventaba, quién falseó los balances, quién , quién, quién...
Desde luego, Rato no parece de los que se comen los marrones solosni tampoco de los que se resignan a bailar con la más fea. Así que preparénse señores y señoras, porque comienza el espectáculo y va a ser emocionante verlos a todos, ubos contra otros.
Se haya caído o le hayan apeado del Guindo, Rato ha puesto el pie en terra y nos va a contar todas las plagas del arbolito. Al menos ese favor nosd ebe quien ha armado tal estropicio.




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1 comentario:

Marisa dijo...

Se pone interesante, pero el domingo comienza la eurocopa y durante un par de semanas nos importará un pito los dimes y diretes de los amigos de pádel. Para cuando acabe la eurocopa llegó el veranito, la terracita improvisada y la cañita fresquita que no falte. No quiero ser amargada, ni flagelarme todos los días con la prima de riesgo pero algunas veces me pregunto, si con todo esto aprenderemos algo.

Un saludo.