Amén de lo que tienen de estéticos y gratificantes los
primeros resultados de la "operación Lezo" no hay que desdeñar lo que
tienen de edificantes. Ver a todo un ex presidente de comunidad autónoma.
heredero político de la mujer que, pasase lo que pasase, supiésemos lo que supiésemos
de sus líos y trampas, escuchásemos lo que escuchásemos salir de su lengua
venenosa, ganaba de calle al PSOE, su único adversario hasta la aparición de
Podemos y Ciudadanos en las urnas... verle así, rodeado de guardias civiles,
sumiso y obediente, él que siempre se sintió tan altivo, tan por encima de los
demás, ha sido como un soplo de esperanza para todos esos ciudadanos que, como
yo, creemos en la justicia de los jueces, aunque no tanto en la de los
tribunales. imaginarle hoy entre rejas compensa, no sabéis cuánto, tantos y
tantos disgustos y desvelos como nos ha deparado su paso por el poder.
Decía que los primeros pasos de esta "operación
Lezo", que sin duda acabará siendo el "caso Canal", tienen mucho
de didáctico. En primer lugar, nos permite soñar con ese anhelo de que la Justicia,
así, con mayúsculas, alcanza a todo el mundo. En segundo lugar, porque n os ha
mostrado la tenacidad y la dignidad de funcionarios, como los jueces y fiscales
involucrados en el caso, dispuestos a defender su trabajo y a no doblegarse
ante el poder, ni siquiera el más cercano. lo que, en el caso de los fiscales
"rebeldes", ha permitido el acopio de las pruebas que permitirán
castigar los abusos de Gonzáles, secuaces y familia.
También nos ha permitido entrar en las cloacas del poder
para comprobar como hay quien confunde lo público con lo privado o pretende al
menos hacernos creer que lo confunde, cuando tiene más que claro cuáles son sus
cuentas y comisiones y cuáles las del partido. Porque, esa es otra, espero que
el impermeable Rajoy n pretenda hacernos creer que esto "es una trama
contra el PP", como se atrevió a decir en los primeros pasos de la Gürtel.
En este caso, parece que hay pruebas, ya desde el primer momento, de que nos
sólo se llenaron los bolsillos del ex presidente, sino que también acabaron
enjugando deudas y tapando agujeros electorales de su partido.
Y es en estas que no puedo dejar pasar el papel de Esperanza
Aguirre, experta plañidera, Houdini de la política, que se refugia cada vez que
puede en el dudoso argumento de su cínica ignorancia y el de que nunca ha hecho
nada irregular o que nunca se ha beneficiado del botín saqueado. Algo que me
permito poner en duda, entre otras cosas nunca hemos sabido a qué se dedicó
exactamente en esos meses que trabajó como presunto "caza talentos",
inmediatamente después de haber puesto su empeño y la dignidad de la Comunidad
e Madrid al servicio de los intereses del sospechoso "rey del juego",
Sheldon Adelson, para convertirnos en esclavos de la mafia de los casinos.
Nunca sabremos cuánto, de quién ni por qué cobró lo que cobró y que más parecía
eso que su compañera de partido, María Dolores de Cospedal llamó una
indemnización en diferido con simulación de salario. O eso o es que quien le
contrató quería montar una "granja" para suministrar ancas de ranas
resabiadas y corruptas a los tribunales.
Más aún, aunque Esperanza Aguirre no hubiese visto un sólo
céntimo en metálico de lo saqueado por González, Granados y todas sus ranas, la
condesa cobró el rédito en votos de todas esas campañas que le permitieron
ganar elecciones, una tras otra, alejándose del resto de partidos en medios y
en difusión, gracias a todas esas inyecciones de dinero que quienes se
beneficiaban de contratos con la administración suministraban a las empresas
que trabajabas para las campañas populares, de modo que lo facturado
directamente al partid resultaba insultantemente ridículo.
Lo que quiero decir, por si no se me ha entendido, es que
del botín del saqueo del Canal de Isabel II salía la pasta que Ignacio González
y sus secuaces esconden en vete tú a saber qué cuentas en qué paraísos
fiscales, pero también una parte de los escaños que la han mantenido durante
años al frente de las instituciones madrileñas. Es decir que, si la señora Aguirre,
de lo que nos han robado a todos los madrileños sus ranas, no ha recibido nada
en metálico, sí ha cobrado en votos, y de sobra, por haber colocado a sus ranas
en los puestos clave desde los que llevan años robándonos.
1 comentario:
La Esperanza ... se tenía que terminar !
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