Desde que, hace una semana conocimos los resultados de las
elecciones municipales y los gobiernos autónomos del "café para
todos", no haceos otra cosa que cábalas sobre el color que tendrán
alcaldes y presidentes cuando, dentro de unos días, se formen los gobiernos y
consistorios resultantes de la voluntad de los ciudadanos. Cábalas que, en
contra de lo que venía siendo habitual, ya no conducen a lo que hasta ahora se
había resuelto con un simple trámite, sino que desembocan en negociaciones, las
más de las veces complicadas.
Curiosamente y pese a que la facilidad con que las mayorías
absolutas han resuelto es en gran parte culpable de la corrupción y el
despilfarro que hemos padecido en los últimos años, parece que se nos quiere
transmitir inquietud y desconfianza. La inquietud y la desconfianza inducidas
por aquellos a los que, para sus negocios, siempre les viene mejor hacer sonar
su melodía con un único solista que teniendo que "afinar" toda
una orquesta.
Sin embargo tenemos que superar esa inquietud, ya os digo
que inducida, porque el resultado no es en absoluto preocupante, sino que es el
que viene siendo habitual en la mayoría de los países de nuestro entorno, salvo
aquellos en los que, como Francia, resuelven la incógnita con una segunda
vuelta a la que concurren los dos candidatos resultantes de una negociación
entre partidos que, finamente, se ha de someter al voto de los ciudadanos.
Por desgracia, las mayorías resultantes de la aplicación de
la ley D'Hondt, y del dopaje de los créditos bancarios, las donaciones
interesadas o, simplemente, las corruptelas de quienes llegan al poder para
quedarse mucho tiempo en él, son las que han propiciado, bien es verdad que con
el aplauso cómplice de muchos ciudadanos desinformados, el gasto inútil y
suntuoso que ha disparado la deuda, si no han llevado a la ruina, a muchos
ayuntamientos.
Es muy fácil, cuando se dispone de una mayoría absoluta,
llevarse la sede del ayuntamiento al más suntuoso de la ciudad, mientras se
dejan las calles sin barrer y se cierran instalaciones deportivas por la falta
de un personal que previamente se ha despedido, se deja sin ayudas a miles de
familias en dificultades o se dilapida el patrimonio en edificios, solares y
viviendas sociales que tantos años tanto dinero salido de os impuestos de
los ciudadanos costó reunir.
Pongamos que, en esto último, hablo de Madrid, pero no es
una situación exclusiva de la capital, porque se viene repitiendo en otras
muchas ciudades, al igual que los privilegios, los amiguismos, los concursos
amañados, el enchufismo en la contratación de personal, los viajes suntuosos y
tantos y tantos vicios tan asentados en una democracia que ya no es joven, pero
aún padece el sarampión que padecen los nuevos ricos, las más de las veces sin
serlo.
La impaciencia y la inquietud que tratan de inocularnos los
medios de comunicación, voz de su amo de la gran empresa, no son más que la
impaciencia y l inquietud de quien quiere cerrar cuanto antes balances
negocios, algo que no ocurría cuando los ayuntamientos eran en sí mismos
proveedores de servicios, con plantillas que, estuviese quien estuviese al
frente del consistorio, seguían cumpliendo sus funciones desde sus puestos de
trabajo, sin vivir al albur de que un nuevo gobierno rescindiese el contrato
que los atendía.
No debemos inquietarnos. La mayor o menor dificultad en
alcanzar acuerdos debe garantizar ante todo la solidez de los gobiernos
resultantes y, sobre todo, que el color resultante se parezca al color dela
ciudadanía que, en gran parte del país es de un rojo más o menos subido, porque
los españoles, siempre que les han dado opciones que apoyar, se han colocado en
la izquierda o en el progresismo.
No hay que preocuparse. Por el contrario, hay que dejar que
las negociaciones fructifiquen en pactos que sean buenos para los ciudadanos
que hace ya tiempo que se los merecen No debe haber la más mínima
inquietud. No hay peligro, sólo falta de costumbre.
Puedes leer más entradas de "A media
luz" en http://javierastasio2.blogspot.com/ y en http://javierastasio.blogspot.es y, si amas la buena música, síguenos en “Hernández y Fernández” en http://javierastasio.blogspot.com/
1 comentario:
Totalmente!
Saludos
Publicar un comentario