De que Rajoy es un faltón no debe quedarnos ya ninguna duda.
Ayer mismo, en plena ofensiva de los gobiernos del Eurogrupo contra la libertad
de los griegos de decidir su destino, nuestro, su, presidente fue más allá de
lo que se atrevió el resto, diciendo junto a Sarkozy que lo de Grecia no
puede pasar en España, porque "éste es un país serio", faltando de
forma descarada al respeto que deberían merecerle los griegos y su gobierno,
como lo merece cualquier socio.
Menos mal que aquí en España sabemos muy bien lo que es la
seriedad, lo que es un país serio para este presidente a punto de caducar que
tenemos. Supongo que, para Rajoy, un país serio es aquel en que un ayuntamiento
más que adeudado, como el de Valencia, compra por un único euro los treinta
millones que adeudan quienes organizaron en sus calles una carrera de Fórmula 1
a mayor gloria de los políticos y autoridades que se pasean y se hacen foros
por los boxes.
Un país serio debe ser para Rajoy aquel en que su gobierno
tarda semanas, por no decir meses, en obedecer las órdenes de un juez que le
reclama documentos que no son del ministro de Hacienda sino de todos nosotros.
Un país serio debe ser ese en el que todo se prepara para que la causa que
investiga los desmanes de un partido que lleva dos décadas financiándose
ilegalmente sea juzgada por tres de tres magistrados de ideología afín a la del
partido investigado, de los cuales dos están directamente relacionados
con él o con sus dirigentes.
Un país serio debe ser para don Mariano ese en el que quienes
una gran parte de quienes consiguen un puesto de trabajo apenas llegan a final
de mes. Un país serio debe ser ese en el que muchos niños, demasiados y no
precisamente los del barrio de Salamanca, han visto deteriorarse su
alimentación, su ropa y su calzado, porque sus padres no tienen o están a punto
de perder su trabajo.
Un país serio es ese en el que importa más pagar la deuda
contraída durante años por gobernantes no demasiado responsables con bancos sin
escrúpulos que, como todos los bancos, cuando pierden la apuesta, colocan lo
comprometido en manos de sus estados para que la asuman o la defiendan el resto
de ciudadanos. Un país serio es el que permite que se estafe a centenares de
miles de ciudadanos a los que se engaña para quitarles los ahorros. Un país
serio es también ese en el que las autoridades se conjuran para permitir la
salida a bolsa de una banca que nace arruinada muy por encima de su valor,
para, entre otras cosas, directivos y amiguetes se forren poniendo a salvo sus
paquetes de acciones en las primeras operaciones.
En un país serio,señor Rajoy y esto el va a gustar, no se desvían durante años y durante gobiernos los fondos destinado a la formación a bolsillos privados, aunque sean de amiguetes, ni se amalan los ERE tan necesarios para quienes se van a quedar sin trabajo para "colocar" en ellos a colegas del partido o los sindicatos. En un país serio, señor Rajoy, los responsables, por acción u omisióin, no se parapetan tras sus fueros para que no les alcance la ley o les alcance tarde.
Un país serio debe ser el que se cierra a cal y canto,
levantando vallas de alambre y concertinas en sus fronteras africanas para que
quienes huyen del hambre, el terror y la injusticia no vengan a perturbar
nuestra siesta. Un país serio es el que pone al frente de su ministerio de
Defensa a un directivo de la industria armamentística y gasta en misiles lo que
no tiene para comedores escolares o residencias de ancianos. Un país serio es
el que perdona las deudas a la Seguridad Social y a Hacienda a los clubes de
fútbol que gastan millones, que acaban fuera de España, en jugadores que no
siempre cuestan lo que valen.
Un país serio, señor Rajoy, no es ese que usted piensa. No
es ese país que obedece sumiso directrices que empobrecen y hacen infelices
a sus ciudadanos, dictadas por siniestros personajes que no han sido
elegidos democráticamente por ciudadanos de ninguno de los ámbitos sobre los
que influyen, sino por los agentes de la gran banca. Un país serio, señor Rajoy
no es ese que se suma a una campaña orquestada por la troika, para anatemizar
al primer ministro elegido por los griegos y forzar su dimisión, por haber
tenido la osadía de rebelarse contra lo que es injusto.
Por el contrario, señor Rajoy, un país serio es el que se
levanta contra esa pobreza injusta y contra las imposiciones de quienes la
causan, Un país serio, señor Rajoy, hoy por hoy y no hay más que ver los
nervios que desata, lo es más Grecia que España.
Puedes leer más entradas de "A media
luz" en http://javierastasio2.blogspot.com/ y en http://javierastasio.blogspot.es y, si amas la buena música, síguenos en “Hernández y Fernández” en http://javierastasio.blogspot.com/
1 comentario:
Excelente artículo.
Y Grecia es...gran ejemplo...
Saludos
Publicar un comentario