martes, 2 de junio de 2015

LA FALTA DE COSTUMBRE



Desde que, hace una semana conocimos los resultados de las elecciones municipales y los  gobiernos autónomos del "café para todos", no haceos otra cosa que cábalas sobre el color que tendrán alcaldes y presidentes cuando, dentro de unos días, se formen los gobiernos y consistorios resultantes de la voluntad de los ciudadanos. Cábalas que, en contra de lo que venía siendo habitual, ya no conducen a lo que hasta ahora se había resuelto con un simple trámite, sino que desembocan en negociaciones, las más de las veces  complicadas.
Curiosamente y pese a que la facilidad con que las mayorías absolutas han resuelto es en gran parte culpable de la corrupción y el despilfarro que hemos padecido en los últimos años, parece que se nos quiere transmitir inquietud y desconfianza. La inquietud y la desconfianza inducidas por aquellos a los que, para sus negocios, siempre les viene mejor hacer sonar su melodía con un  único solista que teniendo que "afinar" toda una orquesta.
Sin embargo tenemos que superar esa inquietud, ya os digo que inducida, porque el resultado no es en absoluto preocupante, sino que es el que viene siendo habitual en la mayoría de los países de nuestro entorno, salvo aquellos en los que, como Francia, resuelven la incógnita con una segunda vuelta a la que concurren los dos candidatos resultantes de una negociación entre partidos que, finamente, se ha de someter al voto de los ciudadanos.
Por desgracia, las mayorías resultantes de la aplicación de la ley D'Hondt, y del dopaje de los créditos bancarios, las donaciones interesadas o, simplemente, las corruptelas de quienes llegan al poder para quedarse mucho tiempo en él, son las que han propiciado, bien es verdad que con el aplauso cómplice de muchos ciudadanos desinformados, el gasto inútil y suntuoso que ha disparado la deuda, si no han llevado a la ruina, a muchos ayuntamientos.
Es muy fácil, cuando se dispone de una mayoría absoluta, llevarse la sede del ayuntamiento al más suntuoso de la ciudad, mientras se dejan las calles sin barrer y se cierran instalaciones deportivas por la falta de un personal que previamente se ha despedido, se deja sin ayudas a miles de familias en dificultades o se dilapida el patrimonio en edificios, solares y viviendas sociales que tantos años tanto dinero salido de  os impuestos de los ciudadanos costó reunir.
Pongamos que, en esto último, hablo de Madrid, pero no es una situación exclusiva de la capital, porque se viene repitiendo en otras muchas ciudades, al igual que los privilegios, los amiguismos, los concursos amañados, el enchufismo en la contratación de personal, los viajes suntuosos y tantos y tantos vicios tan asentados en una democracia que ya no es joven, pero aún padece el sarampión que padecen los nuevos ricos, las más de las veces sin serlo.
La impaciencia y la inquietud que tratan de inocularnos los medios de comunicación, voz de su amo de la gran empresa, no son más que la impaciencia y l inquietud de quien quiere cerrar cuanto antes balances negocios, algo que no ocurría cuando los ayuntamientos eran en sí mismos proveedores de servicios, con plantillas que, estuviese quien estuviese al frente del consistorio, seguían cumpliendo sus funciones desde sus puestos de trabajo, sin vivir al albur de que un nuevo gobierno rescindiese el contrato que los atendía.
No debemos inquietarnos. La mayor o menor dificultad en alcanzar acuerdos debe garantizar ante todo la solidez de los gobiernos resultantes y, sobre todo, que el color resultante se parezca al color dela ciudadanía que, en gran parte del país es de un rojo más o menos subido, porque los españoles, siempre que les han dado opciones que apoyar, se han colocado en la izquierda o en el progresismo.
No hay que preocuparse. Por el contrario, hay que dejar que las negociaciones fructifiquen en pactos que sean buenos para los ciudadanos que hace ya tiempo que se los merecen  No debe haber la más mínima inquietud. No hay peligro, sólo falta de costumbre.


Puedes leer más entradas de "A media luz" en http://javierastasio2.blogspot.com/ y en http://javierastasio.blogspot.es y, si amas la buena música, síguenos en “Hernández y Fernández” en http://javierastasio.blogspot.com/