miércoles, 19 de octubre de 2016

LO QUE NOS ESPERA

Lo de ayer en el Congreso fue sólo una muestra, un adelanto, de lo que va a ser la legislatura si, finalmente, los diputados del PSOE, todos o unos cuantos, en libertad u obligados, permiten con su abstención que ese animalillo que avanza sin moverse -lo más sensato que ha dicho Felipe González desde hace tiempo- sigue atrincherado en su madriguera del Palacio de la Moncloa.
Nos espera una oposición unida, aunque no siempre, enfrentada a un gobierno que tendría que dar marcha atrás en todos sus abusos de la pasada legislatura, pero un gobierno que se va a proteger con todas las marrullerías a su alcance, marrullerías entre las que la principal va a ser el veto o el recurso al Tribunal Constitucional, que no es otra cosa que parar el reloj, detener el tiempo a su favor, porque no es precisamente tan alto tribunal un ejemplo de agilidad ni, mucho menos, oportunidad.
Es triste, pero es así y, para llevar a cabo su estrategia defensiva, contará con el apoyo inestimable de Ciudadanos que, en todo lo que tenga que ver con el poder económico, en todo lo que huela a dinero, se cerrará en banda, prietas las filas, para defender los intereses de los suyos, que, por desgracia, no son, precisamente, sus votantes.
En frente, tendrán a "la izquierda". dividida en dos grandes partidos, PSOE y Unidos Podemos, divididos a su vez por las cicatrices de las guerras abiertas en uno y otro. Por un lado, el PSOE que aún tiene pendiente el congreso que decida quien será su próximo secretario general y, sobre todo, de qué color es su alma, roja como su bandera o rosa desvaído o, quizá, más bien tirando a naranja. Un futuro en el que habrá que tener muy presente cómo quedan quienes más se han significado en la defensa de la no siempre deseada consulta a la militancia. Una prueba evidente de la importancia que tendrá en el futuro del partido de Ferraz la calle a la que fue tan sordo en momentos tan trascendentales para este país como aquella primavera del 15-M que tanta esperanza nos trajo a algunos.
No pretendo, es evidente, que el PSOE salga a la calle, donde estaba cuando yo le conocí, sólo que la escuche. Y que lo haga de una manera sensata, sin dejarse impresionar por el griterío de algunos, porque la calles también es manipulable, mucho más, incluso, que los parlamentos. Me refiero, no a la calle que se manifiesta, sino a la calle que trabaja en la solución de sus problemas, la que defiende lo que es suyo y le quieren arrebatar o la que lucha por conseguir lo que le niegan.
Y aquí llegamos al otro gran partido de la izquierda, con el alma dividida también, entre la serenidad y la mirada larga de Íñigo Errejón y la testosterona de Pablo Iglesias, que conoce perfectamente sus límites y querría sacar el parlamento a las plazas, olvidando que en las plazas no caben todos y que desde las plazas no se puede hacer todo. Tan sencillo como que Iglesias quiere mantenerse en el escenario que domina, en el que su tono mitinero y redentorista funciona. alejado del debate sereno, en el que no se mueve bien, en el que no da bien en los telediarios, porque s ele ven demasiado las prisas y las carencias.
Espero que también Podemos resuelva sus conflictos de identidad, porque no me gustaría tener que ver a Errejón sobreviviendo a duras penas en la selva de Bolivia. Esperemos que Podemos llegue a entender que Pablo Iglesias, él nunca se dará por enterado, ya no es el líder indiscutible que abrió una vía de esperanza a los españoles. Esperemos que Podemos se libere del aparato que controla Iglesias con mano de hierro y aflore la inteligencia y la serenidad que tan necesaria va a ser en estos tiempos.
Mientras tanto, los que nos espera es Rafael Hernando para Rato.

4 comentarios:

Marisa dijo...

Ahí está el quid de la cuestión.
Una fuerza política anfibia, que sepa moverse en ambos medios, que sepa ser colector de lo que ocurre en la calle y que las peticiones y problemas sean canalizados a las instituciones, y en ellas hay que estar para garantizar el proceso… pero ahí está el meollo…: el corazón del hombre… (como especie, vamos, hombres, mujeres, miembros y miembras, porque para mí la duplicación constante y machacona, lo que hace es llamar la atención sobre una desigualdad latente, porque sería mejor incidir en este tema combatiendo realidades diarias, más que en la lingüística. Perdón, que divago.), se corrompe tan fácil, y es pasar a un despacho con dos ambientes, moqueta en bucle, y cuadros, que ya solo el marco vale una pasta (gansa, o no); para que la calle se convierta por obra y gracia de birlibirloque en ese gris pavimento de la calzada que se ve muy lejos desde el ventanal de un último piso.
Un abrazo

Mark de Zabaleta dijo...

Estamos mal... e iremos a peor !

Saludos

Estrella dijo...

Es vergonzoso ver como el inmovilismo del Rajoy avanza, porque los demás, lo posibles rivales van hacia atrás... Malos momentos nos esperan y ya van demasiados años.

Anónimo dijo...

Un buen análisis del panorama político.