Si me pidiesen un solo adjetivo para calificar la manera en
que Esperanza Aguirre, presidenta del PP de Madrid, seriamente tocado por el
caso Gürtel, ese adjetivo no podría ser otro que el de obscena.
Manejar la información y a los informantes de la forma en
que sólo ella sabe hacerlo es capaz de hacerlo es una de sus mayores
habilidades, que no virtudes. Nadie como ella sabe cuál es el momento y manera
en que determinados anuncios, determinadas apariciones, reclaman los flashes y
los focos que tanto le gusta tener encima. Una "habilidad" de la que
saben y mucho los trabajadores afectados por el ERE de Telemadrid que conocen
de los caprichos y servidumbres debidas a la presidenta que llenó los pasillos
del ente de trabajadores "desafectos", mientras llenaba las
redacciones de sumisos redactores.
Lo hizo el último día del 2012 y tuvo que repetirlo el
primero de este 2013 a las puertas de la cárcel de Segovia, en la que está
internado el vicepresidente de Nuevas Generaciones de Madrid, Ángel Carromero
condenado a cuatro años de prisión en Cuba por homicidio imprudente, tras la
muerte de dos disidentes, en el accidente que causó al salirse de la calzada el
coche que conducía sin carné en una carretera de la isla.
La condesa sabía de sobra que, primero en Nochevieja y
después en Año Nuevo, no iba a haber otra noticia con mayor cobertura que esa
visita suya a la soledad de su mártir de la dictadura comunista cubana tan
injustamente encarcelado en la fría prisión de Segovia. Por eso sus colaboradores
se encargaron de que a las puertas de la prisión hubiese suficientes cámaras y micrófonos
para recoger su gesto humanitario, a pesar de que sabía ya antes de salir de
Madrid que no iba a poder realizar la pretendida visita, porque para visitar a
los reclusos hay que tener autorización y a ella no se la habían dado. Por eso,
al día siguiente, el primero de 2013, repitió el intento, esta vez con éxito y
con igual o mayor cobertura de los medios, con lo cual obtuvo dos portadas por
el precio de una.
Esperanza Aguirre sabía que había un hueco a llenar en las
ediciones que hoy han llegado al kiosco y sabía y también que, aunque en medio
del bullicio de las comidas o el ajetreo de las cocinas, su rostro y su nombre
se meterían ayer en las casas de los españoles. Lo sabía como sabe en qué punto
del discurso colocar la lágrima o el sollozo ahogado para, con ellos, tocar la
fibra sensible del auditorio.
También sabe invocar los demonios precisos -dictadura comunista,
sindicalistas, etc.- para despertar los miedos más cervales y las imágenes más
terribles en el alma de os pobres de espíritu o de los ya ganados para su
causa. En eso es única y no siente ningún escrúpulo al hacerlo.
Pero no hay que engañarse todos los actos de Esperanza
Aguirre, como los santos, tienen su octava y no hay que quedarse sólo en una
primera lectura. Ahora mismo, con su dimisión del fortín de la Puerta del Sol,
asediado día sí y día también por manifestaciones y concentraciones de los
muchos descontentos que han causado sus políticas y con la crisis abierta en el
Ayuntamiento de Madrid por la trágica chapuza del Madrid Arena, se abre un
periodo de inestabilidad en el PP madrileño, en el que no cabe dormirse en los
laureles y en el que hay que ganarse cada gota de tinta en los periódicos y
cada plano en las televisiones. Por eso la condesa ha bajado a la pista a hacer
lo que mejor sabe hacer que no es otra cosa que la guerra por su cuenta y el
pateo de cualquier logro de sus "compañeros" de partido, aunque sea a
costa de ese acuerdo que ha permitido que Carromero, que en realidad creo que
le importa poco, cumpla su condena en España.
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2 comentarios:
Los malos tienen que desaparecer ¡ya!
Ella hizo su trabajo previo y su hermano Don Vito nos ha traído el euro por receta, la privatización de la sanidad.
Que tendrá que pasar para anular a los que nos hacen desgraciados.
Salud y futuro
¿A qué país acudió Esperanza Aguirre en su primera visita oficial al extranjero tras acceder a la presidencia de la Comunidad de Madrid? Resulta que viajó a la mayor dictadura COMUNISTA del mundo, la República Popular China. Una de las tiranías más sangrientas del mundo actual. Allí saludó gentilmente a los dirigentes COMUNISTAS.
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