No alcanzo a imaginar qué ha movido al presidente chileno,
Sebastián Piñera, a invitar a su comida con Rajoy a Gastón Cruzat, padre de una
de sus colaboradoras y sosias de su colega español. No sé si Piñera, tan dado
al espectáculo mediático, quiso con el encuentro endulzar a su colega el mal
trago de la EPA, pero parece evidente que no conoce a Rajoy, porque otra cosa
no sé, pero candado no debe estarlo mucho, porque Mariano es el presidente más
escaqueado de la reciente democracia española.
El caso es que la foto del encuentro de Mariano y Gastón,
Gastón y Mariano, ha eclipsado cualquier otro eco de la visita y que si el
viaje trasatlántico ha resultado rentable para los enviados especiales de la
prensa ha sido gracias al escándalo Bárcenas-Gürtel, Gürtel-Bárcenas, del que
han sacado en claro que, como siempre, Rajoy no sabe, no contesta y que, dada
la escasa credibilidad de los "no sé" o "no me consta" de
los dirigentes su partido, ha decretado un silencio cartujo sobre el asunto, y,
claro, el anuncio del mantenimiento de la ayuda de 400 euros para los parados
sin recursos que hayan agotado su prestación hasta que la cifra del paro baje
del 20%, algo que, por el momento, ni siquiera está en el horizonte de los tan
optimistas como ineficaces responsables del empleo en nuestro país.
Volviendo a don Gastón, es cierto que es mucho el parecido
que guarda con nuestro presidente. Un parecido que aún sería mayor si don
Mariano no se pasase la brocha por el pelo y el señor Cruzat hubiese recibido
entrenamiento para sonreír sin ganas, y lleva escrito en la cara el papelón el
que le hizo pasar el jocoso jefe de su hija.
Probablemente las ganas de broma de Piñera no le dejaron
caer en la cuenta de lo que nos hacía a los españoles. Era como una especie de amenaza.
No queréis caldo, pues hay dos tazas. Menos mal que uno, que hizo el
bachillerato de ciencias, recuerda que, multiplicando cualquier cantidad por
cero, es decir, por la nada, se obtiene cero como resultado cero. O lo que es
lo mismo, por más rajoys que pongan en nuestra vida, todos acabarán sumando
cero.
En cuanto al pobre Gastón Cruzat, más le vale que se olvide
pronto la foto, porque cada minuto que su imagen permanezca unida a la de Rajoy
y, si, finalmente, Piñera llega a ofrecerle trabajar de "doble" de su
sosias, le recomiendo que no deje de ver "Espérame en el cielo", la
película de Mercero, antes de aceptar la oferta.
Puedes leer más entradas de "A media
luz" en http://javierastasio2.blogspot.com/ y en http://javierastasio.blogspot.es y, si amas la buena música, síguenos en “Hernández y Fernández” en http://javierastasio.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario