martes, 30 de octubre de 2018

Y, AHORA, COSPEDAL


Quien cría un perro de presa nunca puede estar seguro de que, al final, por hambre, por miedo o sólo por instinto, ese perro que pretendía lanzar contra sus enemigos no acabe revolviéndose contra él. Es exactamente eso lo que le está ocurriendo al PP y, por qué ocultarlo, a quienes han estado alguna vez en el poder. 
Cuando uno se presta al juego de valerse de las ratas para que le traigan información que le conviene para defenderse o atacar a sus enemigos nunca podrá estar seguro de que la rata vuelva a ese enemigo con informaciones parecidas, para fines similares y simétricos, tampoco de que en el nido de la rata se acumule, perfectamente clasificada, toda la basura recopilara en sus excursiones.
Ayer supimos, aunque decir confirmamos sería más preciso, que el siniestro comisario Villarejo se reunió también con la cúpula del PP, concretamente con la secretaria general del partido de la calle Génova, en ocasiones personalmente, en otras, utilizando al marido de María Dolores de Cospedal, Ignacio López del Hierro, para. utilizando la información privilegiada a la que tenía acceso desde su puesto en la Policía, orientar a la dirigente del PP en la estrategia a seguir en os casos de corrupción que cercaban al partido, específicamente la trama Gürtel o el caso Brugal que implicaba al presidente de la diputación de Alicante y al exministro Eduardo Zaplana.
En ese contexto, la rata comisario, informo a López del Hierro de cómo consiguió retrasar la entrega al juez de  un informe policial durante casi un mes, lo que resultaba oro molido dentro de la estrategia de la defensa del PP, que buscaba desesperadamente la prescripción de os delitos por los que estaban siendo investigados el partido y sus dirigentes, algo mucho más comprometedor que los comentarios inoportunos de la ministra de Justicia en aquella bochornosa sobremesa grabada por la rata Villarejo hace nueve años, cuando las posibilidades de que Dolores Delgado llegase a ser ministra eran poco menos que remotas.
La técnica del comisario hoy encarcelado era parecida a la de los pesqueros que lanzan sus redes con pesadas planchas que las hunden hasta el fondo marino arrastrándolas por él, como si materialmente lo arasen, levantando y conduciendo hacia la red todo lo que él había, peces, corales o mariscos, para, una vez a bordo, clasificar lo pescado, quedarse con lo más valioso y devolver al mar lo inútil.
Eso ha hecho Villarejo durante años, pasear al arrastre sus micrófonos y sus artilugios grabadores por todos los mares políticos que le interesaron, para "congelar" en sus archivos todo lo que le pudiera servir para chantajear a sus víctimas o, parece mentira que lo pensase, para defenderse de lo que se le podría venir encima en caso de caer en desgracia o ser descubierto.
Un proceder, el de este policía corrupto y miserable, que no nos cuesta imaginar después de haberlo visto en la ficción, pero que, aun así, asquea, al menos a mí me asquea, hasta la náusea. Imagináos la sordidez de la escena revelada hoy, con María Dolores de Cospedal, esperando a Villarejo, llegado directamente al garaje de la sede del PP en un cocha discreto, si n pasar por ningún tipo de control, para no dejar constancia de su visita, y llevado al despacho de la entonces secretaria general del PP, en la planta noble del edificio, aislada del resto y en obras, en una zona solitaria en la que sólo Rajoy y ella tenían despacho, una garantía de la clandestinidad del encuentro, Rajoy no estaba, para hablar de lo que sin duda hablaron.
El encuentro con Dolores Delgado y el juez Garzón tiene la excusa de que, por aquel entonces, no se conocían las actividades del policía, de hecho lo publicado de lo dicho allí es poco comprometedor para las "víctimas" de la grabación, pero los encuentros y las conversaciones que tuvo con Cospedal y su marido no tiene excusa, porque eran perfectamente conscientes, por lo que les estaba contando, de la catadura moral y la traición a sus funciones que estaba llevando a cabo el comisario.
Lo que no llego a entender de la estrategia de Villarejo publicando estos audios es qué pretende, porque de la conversación con López del Hierro hasta yo deduzco delitos y graves. Para qué lo hace entonces, s el PP no está en el gobierno y no creo que vaya a estarlo a corto plazo. No sé, quizá sea sólo venganza, contra todos y contra el sistema del que, en vez de servirle, se sirvió.
Lo intentó primero con la ministra de Justicia y no coló, ahora con Cospedal, quizá porque fue el apoyo imprescindible para que Casado llegase a la presidencia del PP, ese Pablo Casado, tan boquirroto habitualmente, que ayer, de repente, se quedó mudo.

1 comentario:

Mark de Zabaleta dijo...

Un artículo muy bueno ...

Saludos
Mark de Zabaleta