Me gustan las cosas sencillas, los chistes también, y uno de
los chistes con os que más me he reído en mi vida, sencillo y breve, es el del
pájaro "uy uy uy", un ave exótica e imaginaria que recibe ese nombre
tan peculiar de su, más que canto, grito, cada vez que quiere posarse en el
suelo, porque el pobre "uy uy uy" tiene los genitales, cojones en el
chiste, muy grandes y las patas demasiado cortas, con lo que, cada vez que
intenta tomar tierra, cierra los ojos, encoje lo que puede sus testículos y
emite su peculiar grito. Sin embargo, lo que hace siempre que puede es
mantenerse en vuelo para no tener que arrastrar su virilidad por los suelos.
Ahora que ya está resuelta la crisis desatada por nuestros
particulares pájaros uy uy uy, Esquerra y Junts ya no sé qué, porque, en cada
convocatoria, como Podemos, se han presentado con un nombre distinto que en
realidad debería ser "Junts per Puigdemont", ahora que el presidente
Sánchez, ante la intransigencia del soberanismo, ha doblado la ración, preponiendo
a Manuel Cruz, senador y filósofo de prestigio, independiente en las listas del
PSC para sustituir al, más que vetado, repudiado Miquel Iceta, para la
frustrada presidencia del Senado, y a Meritxell Batet. ministra de
Política territorial y Administración Pública en funciones, para presidir el
Congreso.
Se trata de doblar la apuesta, dos catalanes por uno, en una
jugada que sin duda habrá pillado con el pie cambiado a los coreógrafos de
es "circo del sol", vistoso pero aburrido, en que los soberanistas
han convertido la política catalana y quién sabe si también la vida y la
convivencia de los catalanes. Como dijo en su día la genial Isabel Coixet, no
sé qué les han puesto en el agua. No sé cuánto puede durar este "juego del
ratón y el gato" en el que muchos catalanes, cada vez más, participan de
manera involuntaria, atrapados en un bucle infernal, en el que, cuando se
descubre una salida, siempre hay alguien dispuesto a tapiarla.
El veto a Iceta ha sido vergonzoso, no sólo porque, de un
plumazo, impide a los socialistas elegir a su representante territorial en el
Senado, sino porque esos graves escrúpulos a los que aluden para vetar su
llegada a Madrid casan muy mal en el partido heredero de la Convergencia de
Jordi Pujol, capaz de proponer y forzar la elección como vocal del Consejo
General del Poder Judicial del juez Pascual Estivill, en entredicho por las
sospechas de chantaje a todo aquel con dinero que caía en su juzgado y que,
finalmente, acabó en la cárcel, mancillando al Consejo y, especialmente, a quien
le propuso.
Por todo ello, lo de Esquerra y Junts. esa actitud propia
del suicida de atacar a quien podría ofrecerle una solución, ese miedo a
aterrizar, a poner pie en la realidad, me recuerda al pobre pájaro uy uy uy,
con los cojones demasiado grandes y las patas demasiado cortas para atreverse a
pisar el suelo, condenado a volar eternamente, alejado de esa realidad que no
se atreve a posar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario