Siempre he pensado que el mayor error que han cometido
quienes votaron al PP el 20-N y ya están arrepentidos es el de haber pensado
que los candidatos del PP eran como ellos, con sus mismas aspiraciones, sus mismos
problemas y una forma de parecida de entender
la vida. Pero no. No puede ser que haya tantas andreasfabra ni tantos josés loalza sueltos por el mundo. Sería
insoportable compartir las calles, el mismo aire, con personajes que, como la
hija de quien fuera presidente de la Diputación de Castellón, se excita con el
castigo a los padres de familia, jóvenes y no tan jóvenes que llevan más de medio
año sin encontrar empleo o, como el alcalde de la localidad gaditana de San
Fernando, una de las más castigadas por el paro, que prefiere mirar a través de
las orejeras de su soberbia y falta de humanidad, antes que hacerlo a los ojos
de los vecinos de su municipio que no tienen, no ya para tabaco o un café, sino
para pagarse los dos euros del autobús que les lleva a Cádiz a buscar trabajo y
tienen que “echar” dos horas de caminata para hacerlo.
Quizá Loalza debiera sentirse responsable de que tal cosa
ocurra y, por ello, recurre a “un informe que hay por ahí” que refuerza su
malsano convencimiento de que los parados con subsidio se sientan rodeados de
cervezas en el salón de su casa a ver la tele mientras vienen a buscarle con el
empleo de sus sueños.
Quizá Andrea Fabra, a la que nunca le ha faltado el trabajo,
como tampoco le faltó a su marido el ex consejero de Sanidad madrileño Juan José Güemes, porque para eso estaba papá
en la diputación, sea incapaz de imaginar la angustia y el sufrimiento del que cada
día se levanta para echarse a la calle a sembrar de currículos tiendas,
fábricas y oficinas o a buscar una obra de la que sacar los jornales necesarios
para poder pagar el agua, la luz y lo imprescindible para no pasar hambre. Sólo
quien se ha criado entre los algodones corruptos y emponzoñados de los
tejemanejes en que se ha movido y se mueve su padre puede desear “que se jodan”
a quienes van a ver mermada la ayuda que llevan años pagando, mes a mes, en sus
nóminas, con las crueles e injustas medidas que hoy aprobará el Gobierno.
Poniéndome a su nivel podría decirle al Señor Loalza que he
oído por ahí que hay alcalde muy chorizos a los que sólo les ocupa y preocupa aquello de la política municipal de lo que pueden
sacar tajada para sí o su partido. Podría decirle también que hay por ahí demasiados
alcaldes manchados de cemento y oliendo a la basura de tantas contratas
concedidas, a imagen y semejanza de lo que hace la camorra napolitana, de
manera harto mafiosa. Podría decirle, en fin, que hay alcaldes por ahí que no
pagan a sus trabajadores ni a sus
proveedores, mientras su sueldo llega integro a casa y en su mesa no falta, no
ya el pan, sino el marisco.
Poniéndome, por último, a la altura de esa diputada que ya
está sobrando en el Congreso, que, por favor, se vaya a su casa a disfrutar de
la hortera y corrupta opulencia de los bienes de su padre, blanqueados a golpe
de tantos premios en la lotería que habría que revisar todo lo escrito sobre el
cálculo de probabilidades, y que no nos jodan más.
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1 comentario:
Si un fenómeno determinado tiene dos posibles resultados A y B mutuamente excluyentes (es decir, que no pueden darse de forma simultánea, como ocurre en el lanzamiento de una moneda al aire), la probabilidad de que una de esas dos posibilidades ocurra se calcula como la suma de las dos probabilidades individuales:
P(AóB)=P(A)+P(B)
Interesante y cautivador el concepto de la probabilidad. Lecciones que muchos jóvenes (y no tan jóvenes que ansiaban el acceso a la universidad) no van a poder estudiar por el incremento salvaje de las matriculas, jóvenes que saben que la formación es el único camino, cuestión que no es ignorada por aquellos que no les interesa tener una población (para ellos futuros votos) formada, madura, cuerda y prudente.
Un saludo.
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